Un vecino de La Calzada de 56 años de edad, cuyo nombre responde a las iniciales J. L. G. T., se apuñaló a sí mismo en el abdomen, el pasado viernes, junto a la iglesia de Fátima, angustiado por su complicada situación económica y la imposibilidad, según explicó, de obtener prestaciones públicas para aliviar su situación. El hombre fue auxiliado por la Policía y posteriormente operado de urgencia en el Hospital de Jove con una herida profunda, provocada unos centímetros por encima de su ombligo. Providencialmente, la cuchillada no llegó a afectarle ningún órgano vital y está fuera de peligro.

Las circunstancias del suceso no están aún del todo claras. Cuando el vecino de La Calzada se autolesionó eran aproximadamente las cuatro de la tarde del viernes. Sólo unas pocas personas que pasaban por la zona de la iglesia parroquial se percataron de lo que sucedía. Cuentan los testigos que ni siquiera estaba haciendo demasiados gestos para llamar la atención, ni provocó ningún escándalo. No obstante, fueron varios vecinos los que le vieron esgrimir un cuchillo y se percataron de sus intenciones, por lo que avisaron al Cuerpo Nacional de Policía. Cuando los agentes llegaron al lugar se encontraron a J. L. G. T. a la entrada del templo, de pie y agarrado a su bastón, al lado de un banco. Su apariencia era normal, pero unas mujeres que estaban en la plaza, junto a la iglesia, insistieron a los agentes para que comprobaran lo que realmente estaba ocurriendo, asegurándoles que el hombre se había clavado un cuchillo hasta la empuñadura.

Y así había sido. Cuando los policías le levantaron las prendas de ropa con las que se cubría, observaron cómo tenía un cuchillo clavado en el abdomen, sin que en ese momento de la herida brotara sangre.

Algunos testigos y vecinos de la zona explican que J. L. G. T. podría ser un asturiano retornado tras haber residido en un país del este de Europa; él mismo dijo a los agentes que si había decidido autolesionarse era debido a sus problemas económicos, harto de solicitar ayudas a la Seguridad Social y no haber conseguido ningún tipo de subvención ni prestación económica de ningún organismo público. La angustia y la desesperación por su precaria situación es lo que le había llevado a tomar una decisión tan drástica.

Afortunadamente, pudo salvar su vida, a pesar de haber tenido un cuchillo clavado en su abdomen durante bastantes minutos. La Policía solicitó la asistencia de una ambulancia para trasladarlo hasta el servicio de urgencias del Hospital de Jove, donde tras hacer la valoración pertinente lo llevaron a quirófano dado el riesgo que suponía la autolesión.