Miriam SUÁREZ

«Es una buena noticia para Gijón». El arquitecto Jerónimo Junquera, autor del plan especial de las vías, aplaudía ayer desde Madrid la decisión del Ministerio de Fomento de mantener el proyecto tal como está. Algo que ha supuesto un gran alivio para quienes llevan trabajando desde hace años en el soterramiento ferroviario gijonés, que esperaban con inquietud a que el Gobierno del PP moviese ficha: «Los cambios políticos, a veces, llevan consigo cambios técnicos que complican los proyectos».

En este caso, los nuevos responsables de Fomento revisarán las actuaciones llevadas a cabo hasta la fecha. Aunque, según explicó el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras hace dos días en Gijón, esta revisión no se hace con el ánimo de desmontar lo que han dejado hecho los anteriores consejeros de Gijón al Norte. Es más, el popular Rafael Catalá acepta que la solución adoptada es la «más viable técnicamente» y que situar la estación intermodal en la zona de Moreda «tiene sentido».

Catalá hizo estas declaraciones tras presidir en la ciudad su primer consejo de Gijón al Norte, sociedad pública que se encarga de gestionar el plan especial de las vías. Para Jerónimo Junquera, esta postura «supone un espaldarazo al proyecto», el más importante que afronta Gijón a nivel ferroviario y urbanístico. «Si se eligió esta solución es porque era la mejor posible, y me alegro que lo vean así. Este plan es muy complejo y con él se resuelven muchas cosas. Ahora lo fundamental es que haya consenso entre las administraciones, por el bien de la ciudad», añadía el arquitecto madrileño.

En su comparecencia tras el consejo de administración de Gijón al Norte, Rafael Catalá aseguró que tanto los representantes de Fomento (Partido Popular) como los del Ayuntamiento y el Principado (de Foro Asturias Ciudadanos) se habían comprometido a aunar esfuerzos compartir criterios; pero ayer los gobiernos autonómico y local ya echaban por tierra cualquier esperanza de consenso: «El Ayuntamiento y el Principado muestran su decepción por la falta de compromisos por parte del Gobierno central y por la inexistencia de un estudio del proyecto por parte del equipo del Ministerio de Fomento».

En un comunicado conjunto, emitido 24 horas después de la reunión de Gijón al Norte, Foro abundaba en que «no podemos extraer conclusiones optimistas para la ciudad, puesto que por parte del Gobierno central no hubo propuestas, decisiones firmes ni plazos concretos para la ejecución» del plan de vías. La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, incluso ha solicitado un informe técnico que avale el cambio de emplazamiento de la futura estación intermodal, lo que choca frontalmente con las palabras de Rafael Catalá.

Según el secretario de Estado, todos los consejeros recibieron explicaciones técnicas al respecto en la asamblea que Gijón al Norte celebró el pasado martes. Moriyón acudió como vicepresidenta primera. Y la consejera de Fomento, Isabel Marqués, lo hizo en calidad de vicepresidenta segunda. De puertas para fuera, Principado y Ayuntamiento consideran, sin embargo, que «no hay claridad en cuanto al cambio de ubicación de la estación».

El consejo de administración de Gijón al Norte no se reunía desde hacía casi dos años. Jerónimo Junquera atribuye esta situación a la concatenación de citas electorales, que mantuvieron el proyecto en punto muerto durante todo 2011. Para Foro, «la situación actual de Gijón al Norte es el resultado de la inquina de los socialistas a los proyectos de Francisco Álvarez-Cascos», ministro de Fomento cuando se inició la operación y ahora presidente en funciones del Principado.