R. VALLE

«Hay fumata blanca», sentenciaba ayer la concejala de Urbanismo, Lucía García, al presentarse ante los medios de comunicación junto al gerente de la «Semana negra», José Luis Paraja, para anunciar públicamente que la 25.ª edición del festival multicultural se celebrará entre el 6 y el 15 de julio sobre 40.000 metros cuadrados del terreno portuario del desaparecido astillero de Naval Gijón y con el apoyo del Ayuntamiento a través de una aportación económica y de la colaboración de las empresas y entidades municipales encargadas de los servicios de saneamiento, transporte, seguridad y limpieza.

El acuerdo llegaba en el minuto de descuento del plazo de 48 horas que la «Semana negra» daba como ultimátum el pasado miércoles al gobierno municipal de Foro Asturias para concretar su grado de compromiso con el festival tras semanas de reuniones y la infructuosa búsqueda de una ubicación del agrado de ambas partes. Y sólo unas horas después de que la propia alcaldesa, Carmen Moriyón, diese por hecho el pacto final sobre una «Semana negra» en Naval Gijón.

Pero el final de la novela fue tan rocambolesco como su trama de las últimas semanas. José Luis Paraja y Ángel de la Calle, en representación de la «Semana negra», eran convocados de urgencia y vía telefónica a una reunión en la Casa Consistorial a la una de la tarde en la que tuvieron como interlocutores a la edil de Urbanismo y el miembro de la Junta de Gobierno Avelino García Prieto. Reunión que unas horas antes desde el área de comunicación del Ayuntamiento se había anunciado para el mediodía del lunes y cuya ausencia de convocatoria con el paso de las horas había llevado a miembros de la organización del evento a empezar a escribir una nota de prensa informando de que no habría «Semana negra» en 2012.

«Contra mis presentimientos, hay final feliz y cumpliremos nuestras bodas de plata este verano en Gijón», anunciaba Paraja. Ni él ni García Serrano quisieron indicar cuál es el acuerdo de mínimos sobre la ayuda económica directa que el Ayuntamiento dará a la «Semana negra». Sólo quedó claro que dependerá en parte del coste de los trabajos de acondicionamiento que el propio Ayuntamiento haga en la zona, que será sustancialmente inferior al del último año. El Ayuntamiento daba en ediciones anteriores unos 165.000 euros al evento a través de dos subvenciones nominativas -una por fomento de la cultura y otra por empleo- que este año han desaparecido del presupuesto municipal. A ese dinero se sumaban aportaciones de otros organismos municipales para acciones concretas en el programa de actividades del evento.

En cuanto a los terrenos, la propiedad del suelo del viejo astillero está repartida entre la Autoridad Portuaria de Gijón y Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión). La «Semana negra» se ubicaría sobre las lenguas de tierra del Puerto, que ya ha manifestado ante el gobierno municipal su disposición a formalizar ese uso, y se pediría una autorización a Pymar para utilizar su espacio como zona de conexión entre el área más próxima al Acuario y la colindante con el Tallerón, pero sin que se ubiquen en ella instalaciones de la «Semana negra». El acuerdo sobre ese terreno es sólo para este año, aunque la propia alcaldesa asumió la opción de repetir otros años hasta que se urbanice el solar.