Hoy, a la una de la tarde, en la parroquia de San Lorenzo, se celebrará el funeral por Lorenzo Sarmiento, prohombre de la cultura, la abogacía y la política local. En el tanatorio, ayer, su esposa, sus seis hijos, familiares y muchos amigos lloraban su muerte. Pero no es momento de llorar. sino de dar gracias a Dios por su vida... y por su suerte.

Lorenzo fue un hombre con suerte. Pudo escoger a la mejor compañera, Lolina, que le acompañó y le cuidó durante toda su vida matrimonial. Se amaron y fruto de ese amor son esos seis hijos que Dios les dio como premio. Además, Dios le otorgó unos talentos que él no quiso guardar ocultos; los hizo fructificar con su participación en asociaciones, tanto políticas como culturales y religiosas. Todo ello con el deseo de hacer un mundo mejor para los demás.

Que Dios le premie como Él sabe.

Nosotros seguiremos en este mundo, rezando por los que se van yendo... con la esperanza de que ellos rezarán por nosotros desde lo alto.

En San Lorenzo, su patrón y su parroquia, unas voces se elevarán hoy al cielo, como oración a Dios, dando gracias. Que esas voces lleguen a lo más alto, junto con las nubes de incienso, para que Dios perdone sus culpas y lo acoja en su seno.