Tengo 25 años, hablo inglés y francés (además del español nativo) y tengo conocimientos básicos de alemán. He estudiado la Diplomatura de Turismo compaginándola con estudios complementarios y diferentes trabajos y soy Premio Fin de Carrera de mi promoción. Tengo tres años de experiencia laboral en el sector turístico (aparte de las prácticas laborales y los demás trabajos que tuve durante mis estudios para poder pagarme mis caprichos). Soy una hija del paro.

Este primer párrafo resume brevemente mi situación personal, pero con pocas diferencias podría describir la situación de miles de jóvenes de este país. Yo he tenido la suerte de escoger un sector que pese a la crisis sigue creciendo (según varios estudios el único sector que lo ha hecho en estos últimos y duros años). Pese a ello, no encuentro un trabajo estable, envío currículum un día tras otro, hago entrevistas sin perder las ganas de trabajar a pesar de que muy pocas empresas tienen el detalle de ponerse en contacto conmigo para decirme que no soy la persona escogida, paso procesos de selección interminables, y cuando por fin en alguna empresa me dicen que soy la elegida... el sueldo es irrisorio (en alguna entrevista hasta la persona que me entrevistaba me ha pedido disculpas antes de decirme el salario a percibir...).

Los horarios en este sector son 24/7, es decir, 24 horas al día 7 días a la semana, pero sabía lo que me tocaba cuando escogí mis estudios y eso no es un problema, el problema surge cuando estoy dedicando mi salud (trabajar de noche, turnos con horarios imposibles, turnos interminables...) por un sueldo que no llega a 1.000 euros en una ciudad en la que el alquiler de un piso de menos de 40 metros es de 700 euros (gastos aparte). A pesar de esto sigo diciendo que sí a estos puestos de trabajo, pues la alternativa es la cola del paro...

Mucha gente se queja de que los jóvenes de hoy en día aceptemos esas condiciones laborales, pero no nos dan alternativa. Nadie piensa en que a nosotros nos encantaría trabajar 40 horas semanales por sueldos dignos y en puestos estables, no; sólo ven que estamos empeorando las condiciones del mercado laboral. ¿Realmente es culpa nuestra? ¿Qué alternativa nos ofrecen? Algunos dicen que debemos seguir estudiando, aprovechar para formarnos, es decir, ¿seguir viviendo de nuestros padres hasta que podamos vivir de nuestros hijos? A esas personas les respondo con los cientos de jóvenes que quitan formación de sus CV o experiencia profesional porque si no es imposible encontrar trabajo.

He trabajado en dos grandes empresas hasta ahora. Mi madre se asusta a veces de la cantidad de veces que cambiamos los jóvenes de empresa hoy en día. En su generación se jubilaban en la empresa en la que empezaban... en la mía... ¿me jubilaré algún día? Cuando se me terminaron los contratos en ambas empresas las explicaciones fueron las mismas por parte de mis jefes: «Estamos muy contentos contigo y con tu trabajo, pero no podemos renovarte porque no se hacen fijos». Si no se crea trabajo estable, no se genera consumo; si no se genera consumo las empresas van a la quiebra; si las empresas van a la quiebra... no se crea trabajo estable. La pescadilla que se muerde la cola. Pero voy un paso más allá: ¿Las arcas de la Seguridad Social están en quiebra? ¿No habrá dinero para pagar las jubilaciones en pocos años? Explicación: si no se crea trabajo estable los jóvenes no se independizan, si los jóvenes no se independizan no tienen hijos, si no tienen hijos la natalidad desciende drásticamente, si la natalidad desciende no hay nuevos trabajadores, si no hay nuevos trabajadores nadie genera ingresos en la Seguridad Social... Pero, ¿quién va a tener hijos en este país? Sólo los valientes. Yo ahora mismo no me lo puedo ni plantear y eso que mi marido es funcionario... pero es que eso tampoco es un seguro en estos tiempos que corren. El año pasado les bajan el sueldo, este año suben el IRPF y aparece el run run de nuevo de que a los funcionarios les bajarán de nuevo el sueldo...

A pesar de todo esto, es nuestro momento. Es el momento de que todo cambie, dejémonos de 15-M, de movimiento okupa, de manifestaciones violentas en Valencia o Barcelona... lo que necesitamos es que nuestros políticos nos escuchen. La solución no es acampar ilegalmente en la capital. La solución es pedir a nuestros gobernantes que dejen de gastar en coches oficiales o dietas (a mi nadie me paga la comida cuando tengo que comer en el trabajo, me la pago yo, y el traslado también); la solución no es okupar las casas vacías ¿qué culpa tienen los dueños de esas viviendas?, la solución es pedir a nuestros gobernantes que dejen de inyectar dinero en los bancos (entidades privadas) y que controlen el precio de las viviendas o que construyan más viviendas de protección o de tasación oficial; la solución no es agredir a los policías que cumplen su trabajo, la solución es pedir a los gobiernos que justifiquen sus gastos y que cada vez que se conceda una subvención de millones de euros a empresas privadas se consulte con el pueblo (que al final es quien lo pagará). Ays... lo que haríamos muchos de nosotros si nos dejaran hablar un par de horas con algún mandamás... Señores políticos, es el momento de que ustedes se aprieten el cinturón, después pueden pedírnoslo a nosotros.

A pesar de todo esto, yo no puedo quejarme... mi marido tiene trabajo, yo voy encontrando trabajos mensuales (luego Hacienda me lo reclamará por tener varios pagadores) y todos los meses podemos pagar el alquiler de nuestro minipiso. Sé que si algún día necesitáramos dinero nuestras familias nos ayudarían y que de hambre, en principio, no nos moriremos. Pero muchos jóvenes españoles no pueden decir lo mismo.