R. VALLE

Los concejales gijoneses han aprovechado las últimas sesiones de la Comisión municipal de Administración Pública y Hacienda, que tiene previsto volver a reunirse esta mañana bajo la presidencia de la concejala forista Carmen Alsina, para analizar, antes de su debate en el Pleno, el nuevo reglamento de régimen interior de los cementerios municipales de Gijón. Una normativa que busca actualizar y concretar las características de los servicios mortuorios municipales que el Ayuntamiento gestiona a través de la sociedad Cementerios de Gijón (Cegisa). La necrópolis de Deva es el gran «centro» de una red municipal que también incluye los cementerios de Ceares, Jove, Somió, Tremañes, Cabueñes, Cenero y Baldornón. Hasta el momento el reglamento de cementerios era el que había aprobado el Pleno del Ayuntamiento de Gijón en julio de 1997, un año después de la creación de esta sociedad mixta de gestión pero cuando aún no se había inaugurado el equipamiento de Deva con espacio para más de 40.000 enterramientos y el objetivo de cubrir las necesidades de Gijón para el siglo XXI como sustituto del cementerio de Ceares.

El nuevo reglamento, organizado en sesenta artículos, puntualiza todos los elementos que tienen que ver con la administración de los cementerios, su gobierno interior, el destino del cadáver, restos cadavéricos y cenizas y las variables de los derechos funerarios; además de explicitar las normas generales sobre inhumaciones, exhumaciones y otros servicios y concretar las opciones para obras y construcciones de particulares. Esta actualización normativa llega sólo unos meses después de que el mismo Pleno municipal, con los votos a favor de Foro Asturias y del Partido Popular, y el rechazo de los concejales del PSOE e IU-Los Verdes, diera el visto bueno a una revisión de las tarifas en los cementerios municipales con vigencia para el período 2012-2015. Las tarifas se oficializaron en diciembre del año pasado con su publicación en el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA).

Los socialistas rechazaron en su momento, por «injustificada», una subida en las concesiones de los nichos que oscilaba entre el 25 y el 40% con respecto a los anteriores precios y que se justificaba con la elevación de 50 a 75 años del período de la concesión del enterramiento. Además, se incluía en el nuevo desglose tarifario una serie de acciones concretas sobre obras de particulares que ahora quedan definidas en el nuevo reglamento.