R. VALLE

Aún no hay cifras concretas ni actuaciones afectadas que tengan nombre y apellidos, pero el equipo económico municipal que lidera la concejala de Hacienda, Carmen Alsina, ya está manos a la obra para ver la incidencia en la ciudad, y sobre todo, en el presupuesto municipal, de los recortes impuestos desde Madrid por el Gobierno de Mariano Rajoy a través de los recién presentados Presupuestos Generales del Estado. Pero, aunque aún no haya números, la sensación de pérdida ya es evidente tanto en el equipo de gobierno como en buena parte de la oposición municipal. «Hay que lamentar cualquier recorte en la inversión prevista para Gijón y para Asturias. La situación no es la deseable y, lógicamente, nos vemos obligados a limitar algunas actuaciones. Cualquier recorte, aunque sea mínimo, es importante», explicaba ayer el vicealcalde forista y portavoz de la Junta de Gobierno, Rafael Felgueroso. El concejal del equipo de gobierno ya se plantea la opción de hacer frente a esa reducción de los dineros que puedan llegar desde Madrid con una mayor contención del gasto en las concejalías que les permita afrontar todas las actuaciones incluidas en el presupuesto municipal.

Al margen de inversiones directas en la ciudad desde el Estado u otros organismos, hay que recordar que el capitulo de ingresos del presupuesto del Ayuntamiento para este año contabiliza una partida de 48,6 millones de euros en el concepto de transferencias corrientes de la Administración del Estado. El grueso se vincula al Fondo Complementario de Financiación, pero también hay partidas específicas de algunos ministerios o una transferencia de 1,8 millones por el déficit del transporte urbano. En el anexo a este capítulo se pueden ver, entre otros, compromisos de ingresos de 2 millones para el plan de Educación Infantil, otros dos millones para los convenios de las escuelas taller y 730.000 euros para acciones de planes de empleo.

Las escuelas de bebés y los planes de empleo están, precisamente, entre las máximas preocupaciones del Grupo municipal Socialista, que también realiza en estos momentos un análisis en profundidad de la incidencia en Gijón de los ajustes económicos del Gobierno central. «Lamentablemente, sí creemos que estos Presupuestos van a afectar negativamente a algunas de las políticas públicas que desarrolla el Ayuntamiento de Gijón desde hace tiempo. Programas tan importantes como la educación de 0 a 3 años, que queda sin dotación, o actuaciones relacionadas con las políticas activas de empleo se pueden ver afectadas por estas decisiones».

Jorge Espina, portavoz del grupo municipal de IU-Los Verdes, tiene claro que los ajustes de los Presupuestos Generales del Estado y la situación en el Principado de Asturias hacen «de imposible cumplimiento» los acuerdos sobre concertación social anunciados por el gobierno local de Foro Asturias y demuestran que el presupuesto municipal aprobado hace unos meses con los votos de FAC y el PP «era ficticio» al no tener garantizados sus ingresos. Pero no es la única queja que IU tiene en referencia a los recortes del Estado hacia Gijón. Espina también ha puesto la lupa en la situación de la depuradora de la zona Este a través de una pregunta en el Pleno a la alcaldesa y responsable municipal de Medio Ambiente, Carmen Moriyón. Espina culpa directamente al PP de paralizar una obra que completaría el plan de saneamiento integral, que lleva veinte años esperando la ciudad, al demorar en el tiempo unas anualidades que ya estaban comprometidas por el anterior gobierno con una obra que arranca este año.

Y entre ese coro de voces críticas se colaba ayer el mensaje de optimismo de la líder del PP gijonés, Pilar Fernández Pardo, que asumiendo un escenario de austeridad impuesto por la crisis económica pedía ver «el vaso medio lleno porque no parece que vayan a verse comprometidos ninguno de los proyectos pendientes para la ciudad. Gijón no se va a parar, Gijón va a seguir adelante con la depuradora, con la Autovía del Cantábrico, con el AVE, con Feten, con los Encuentros de Cabueñes...». En sintonía con el Gobierno nacional del Partido Popular, Fernández Pardo defendía la necesidad de asumir «una situación que es la que es y la que se ha encontrado el Gobierno actual. Una situación que no es la deseable, pero que exige ser rigurosos y austeros; algo que se hace en todas las familias y que ahora hay que llevar a cabo en las administraciones».