F. G.

Los socios del Centro Asturiano de La Habana tendrán que dejar de utilizar, a partir del viernes, las instalaciones del Grupo Covadonga, según decisión adoptada ayer por la directiva grupista, a la luz de la reciente decisión de la Consejería de Hacienda de denegar la cancelación de la inscripción del Centro en el Registro de Asociaciones del Principado, lo que a juicio del Grupo invalida el polémico proceso la fusión de ambas entidades. La medida afecta a unos 2.400 socios del Centro Asturiano, privados ahora del derecho temporal de uso de las instalaciones del Grupo, del que disfrutan desde hace meses.

En una misiva remitida por la directiva del Grupo Covadonga al presidente del Centro Asturiano, Marco Antonio Tuñón, extensiva a los socios de esta entidad y del propio Grupo, el club que preside Enrique Tamargo relaciona esta medida con el cumplimiento de lo acordado en la escritura complementaria a la de la fusión por absorción, que se firmó en agosto del pasado año. El escrito confeccionado ayer por la directiva del Grupo señala que el derecho de utilización temporal «que en ningún caso comportará derechos distintos a la utilización de las instalaciones, cesará bien con la inscripción de la escritura y la entrega de los carnets de socios del Real Grupo Covadonga a quienes lo son del Centro Asturiano de La Habana en Gijón, bien con la resolución firme que deniegue la inscripción de la fusión en cualquiera de los registros preceptivos».

La directiva grupista apela en este sentido a una resolución de la Administración regional, de fecha de 15 de febrero pasado, en la que la Consejería de Hacienda y Sector Público acordó desestimar el recurso interpuesto por el Centro Asturiano contra la resolución de 11 de noviembre de 2011, que denegaba la cancelación de la inscripción de esta entidad en el Registro de Asociaciones del Principado. La desestimación del recurso del Centro Asturiano pone en tela de juicio el proceso de fusión de ambas entidades, por el que los socios del Centro pasarían en bloque a formar parte del Grupo con pleno derecho.

La resolución desestimaba el recurso de reposición interpuesto por el Centro Asturiano contra una resolución previa del mismo departamento de la Administración regional, que ya había denegado con anterioridad la cancelación de la inscripción de la entidad con sede en Mareo en el Registro de Asociaciones del Principado de Asturias.

La resolución, contra la que sólo cabe interponer recurso ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias en el plazo de dos meses (plazo ya prácticamente concluido), mantiene en pie la personalidad jurídica del Centro Asturiano al denegar la cancelación de su inscripción en el citado registro, sin la cual no se puede llevar a cabo la fusión por absorción.

A la luz de la decisión de la Consejería de Hacienda, los bienes del Centro Asturiano no pueden pasar a ser de titularidad del Grupo Covadonga, ya que los estatutos de la entidad de Mareo establecen que en caso de disolución de la entidad, los citados bienes deberían ser repartidos entre establecimientos benéficos de Gijón. Sin la baja en el Registro, denegada por la Administración regional a los directivos del Centro Asturiano, la entidad favorable a su absorción por el Grupo no puede llevar a cabo su disolución en los términos que había planteado, al ser contrarios a lo que marcan sus propios estatutos. Legalmente, el Centro Asturiano no puede disolverse sin liquidación, con transmisión en bloque de su patrimonio y con adquisición, por sucesión universal por la entidad absorbente -en este caso el Grupo Covadonga-, de todos sus derechos y obligaciones.

El Centro Asturiano no es, por tanto, una entidad extinguida jurídicamente y sin personalidad jurídica, como pretenden sus rectores, quienes entienden que la fusión con el Grupo implica «la extinción sin liquidación» de la entidad. La Consejería de Hacienda considera, sin embargo, que no se puede dar de baja al Centro Asturiano del Registro de Asociaciones sin practicar antes una liquidación que, estatutariamente, obliga a destinar los bienes sobrantes a establecimientos benéficos gijoneses, pero no a la entidad absorbente.

Hasta la fecha, sólo unos cientos de socios del Centro venían utilizando las instalaciones del Grupo, ya que el acuerdo entre ambas entidades impedía que participaran en los cursillos del club. El Grupo Covadonga, por su parte, también ha comunicado a sus socios la extinción del derecho de utilización de las instalaciones del Centro Asturiano en Mareo.