R. VALLE

La alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, vetaba ayer en la junta de portavoces la proposición presentada por el Grupo municipal Socialista, para su debate en el Pleno de este viernes, solicitando la reprobación de la concejala de Urbanismo y Vivienda, Lucía García Serrano, «por la demostración de su falta de talante democrático y nefasta gestión», al no haber asumido la decisión tomada en el pasado Pleno -gracias a los votos favorables de PSOE, PP e IU a una moción presentada por los socialistas- de modificar las bases de la nueva convocatoria de subvenciones del plan de fachadas.

La decisión de Carmen Moriyón de no incluir en el orden del día del Pleno la propuesta del PSOE fue calificada por la edil socialista Begoña Fernández de «arbitraria y carente de fundamento jurídico». A pesar del traspié de ayer, el Grupo municipal Socialista mantiene la intención de utilizar todas las alternativas a su alcance para modificar el plan de fachadas diseñado por Foro Asturias, que consideran lesivo tanto para los intereses de las comunidades de vecinos como de los empresarios del sector de las rehabilitaciones. Alternativas que, en el caso de no conseguirse un cambio de criterio de la edil de Urbanismo, pasan por buscar que el Pleno retire a la Junta de Gobierno local las competencias que le delegó en 2005 para la aprobación de las convocatorias de ayudas públicas, como son estas subvenciones a rehabilitaciones de fachadas y eliminación de barreras arquitectónicas.

Y es que, precisamente, el hecho de que sea la Junta de Gobierno el órgano municipal competente para aprobar estas convocatorias fue el argumento que utilizó la edil de Urbanismo para desoír la decisión del Pleno votada por todos los concejales, excepto los nueve de Foro Asturias, que mantienen el gobierno en minoría. Esa decisión plenaria establecía, por un lado, la modificación de las bases del plan de fachadas y, por otro, el compromiso de dedicar a ese programa municipal la mayor parte del dinero que se pueda conseguir del remanente líquido de tesorería del año pasado. Este segundo punto no es motivo de discrepancia, ya que la decisión tiene que ser tomada en su momento por el propio Pleno.

Más allá de la decisión tomada por Moriyón en la junta de portavoces, el PSOE considera de extrema gravedad que un miembro del equipo de gobierno, en este caso la concejala Lucía García Serrano, no acate una decisión del Pleno, que es, recordaba Fernández, «la máxima expresión de la voluntad de los gijoneses y gijonesas. La concejala ha desoído esa voluntad mayoritaria, como antes desoyó los argumentos de las empresas del sector, en una actitud que es impropia de una representante de un gobierno democrático».

La edil socialista incorpora a su crítica el hecho de que la responsable de Urbanismo no haya argumentado su decisión más allá de lo formal, «lo que supone que la concejala ha realizado un gesto de puro autoritarismo de quien carece de autoridad real». Begoña Fernández entiende que la modificación que pedía el Pleno era un «trámite ágil y sencillo» que no complicaba la acción de gobierno, y recordó que este tipo de convocatorias suelen negociarse con los implicados.