M. SUÁREZ

El Gobierno del Principado, a través de su viceconsejero de Infraestructuras, abría ayer un cauce directo de comunicación entre los vecinos de San Andrés de los Tacones y los responsables de la primera fase de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA). Y lo hacía trasladándose a la sede vecinal de la parroquia con los técnicos implicados en el proyecto para «romper el hielo» entre quienes llevan a cabo las obras y quienes las padecen.

El forista Juan Vega quiere, de esta forma, buscar una solución a los problemas que están ocasionando los trabajos de urbanización. Entre otros, el de las comunicaciones. Los accesos a los núcleos de población de San Andrés se ha visto alterados y, en algunos casos, incluso interrumpidos. «Abordaremos sus problemas con cariño», aseguró Vega, que no descarta pinchar la autopista «Y» para mejorar las entradas a la parroquia y a la ZALIA: «Es una posibilidad que se estudió en su momento y si alguna vez fue posible...».

Pero hay algo que preocupa a los vecinos más que las molestias ocasionadas por las obras. Se trata del expediente de expropiación que pesa sobre sus fincas. El anterior Gobierno del Principado y de la ciudad propiciaron una reserva de suelo de cuatro millones de metros cuadrados para la ZALIA, de los que actualmente se están desarrollando 107.000. La asociación vecinal de San Andrés pide que se libere el suelo afectado por las fases II, III y IV, a la vista de que las dificultades financieras de las administraciones públicas están ralentizando el proyecto.

La urbanización de la primera fase finalizará sin vías de accesos con las principales arterias de comunicación del Principado, lo que dificulta la comercialización del suelo en una plataforma logística que está llamada a convertirse en pieza clave de la actividad portuaria asturiana. «Esto se va a eternizar y, entretanto, los vecinos no podemos disponer libremente de nuestras fincas», expusieron una vez más los portavoces de la parroquia gijonesa. «Además, en la situación actual, ya no está claro que vaya a ser necesaria una ZALIA tan grandona», añadieron.

El viceconsejero de Infraestructuras comparte que «fue una irresponsabilidad por parte de los anteriores gestores abordar la zona logística en abanico». Por eso «no bastará con pedir perdón a los vecinos» y «entiendo que se puede reconsiderar la operación». Basta, según Juan Vega, con que «los vecinos nos lo pidan formalmente, como ya nos pidieron que hiciéramos una auditoría del proceso de expropiación, en la que ya estamos trabajando».

En opinión de Vega, ayer ya se daba «un paso significativo» en la gestión de las obras, ahora administradas por la propia Consejería de Fomento. «En próximas semanas, viendo cómo va evolucionando el curso político, porque lógicamente tenemos que tenerlo presente, se avanzará en los temas de comercialización con Sogepsa y el Idepa», aseguró el alto cargo de Foro Asturias. Todo ello forma parte de la nueva estructura organizativa de la ZALIA, antes administrada por una sola sociedad y ahora en manos de varios organismos.