R. V. / M. C.

«Sólo les queda bajar la persiana. Primero suben las tarifas de forma escandalosa y ahora pretenden arrebatarle la zona logística». Santiago Martínez Argüelles, portavoz del Grupo municipal Socialista, vinculaba ayer las realidades de El Musel y la ZALIA en su crítica general a la «estrategia de destrucción industrial de Gijón que sigue desarrollando el Gobierno en funciones de Francisco Álvarez-Cascos». Argüelles acusó al equipo de gobierno autonómico de «aprovechar el tiempo de descuento para, sin resolver nada, estropear lo poco que aún funciona». El portavoz municipal socialista hacía mención concreta a las actuaciones de Foro sobre la zona de actividades logísticas «donde aplican el manual de destrucción masiva: tienen paralizados los accesos porque no los adjudicaron a tiempo, desmembraron la gestión de la ZALIA para que nadie fuera responsable y ahora amenazan con devolver los terrenos».

La reflexión de Argüelles partía de un encuentro previo del viceconsejero de Fomento, Juan Vega, con los vecinos de San Andrés de los Tacones en la que asumió la posibilidad de reconsiderar el proceso de expropiación de suelo en la zona. La respuesta de Vega no se hizo esperar. «Lo único que se hizo fue escuchar las propuestas de los vecinos. Por tanto, le pido al señor Argüelles que, después de tantos años de humillar, ofender y despreciar a los vecinos de San Andrés de los Tacones, calle y respete a quienes los escuchan, cosa que él y su partido nunca hicieron».

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Emilio Menéndez, acusó ayer a los anteriores gestores socialistas de ser «los únicos causantes del desbarajuste y la malversación de fondos que subyace en esta cuestión». Menéndez destacó que la gestión socialista en la ZALIA fue la de «pedir 90 millones de euros de préstamo para pagar expropiaciones, obras, personal e intereses» sin que apenas haya habido ingresos (salvo los 700.000 euros que pagó Asetra por la única parcela vendida) debido a que no construyeron los accesos a las parcelas, bloqueando su comercialización, salvo que piensen que «los operadores vayan a usar un Harrier (avión de despegue vertical) o un helicóptero para llevar las mercancías», ironizó.