R. V.

Unas veces fue por alusiones, la expresión más repetida en el Pleno, y otras veces sin necesidad de ellas, pero lo cierto es que a los munícipes gijoneses de uno y otro bando se les calentó ayer la boca en más de una ocasión. Tanto que el popular Eduardo Junquera se vio obligado a emitir una nota pública horas después de finalizarse el Pleno «para disculparme si alguna mujer se ha sentido ofendida por alguna de mis expresiones que, reconozco, no han sido afortunadas». En su afán por ilustrar la supuesta incapacidad y lentitud de la edil forista de Bienestar Social, Eva María Illán, para poner en marcha el servicio municipal de urgencias -una iniciativa del PP que Foro asumió a cambio del apoyo en la votación presupuestaria-, Junquera ironizó sobre el interés de Illán de «tocarme las narices», le recordó que «un hijo no nace en un mes aunque uno se acueste con nueve mujeres» y criticó que «sólo se acuerden del PP cuando necesitan nuestros votos y luego aplican ese dicho verde de prometer y después olvidar lo prometido».

Illán evitó contestar a Junquera más allá de un irónico «el placer de tocarle las narices se lo dejo a su otorrino», pero la edil de IU Libertad González, que no podía tomar la palabra en ese momento del Pleno, anunciaba después la presentación de una queja ante la Alcaldesa por las «expresiones sexistas y falta de respeto» de Junquera. La concejala de Izquierda Unida también criticaba que la Alcaldesa, que tiene las competencias en materia de Igualdad, no hubiera recriminado la actitud de Junquera en su momento.

Aunque bastante tuvo la Alcaldesa con intentar callar a los concejales. Y al público. Con la suspensión de la sesión intentó frenar el rifirrafe entre Jorge Espina y el popular Manuel Pecharromán, que afeaba al portavoz de Izquierda Unida sus constantes referencias al gobierno del PP, y con la expulsión de la sala advirtió a una vecina de la avenida de Portugal que levantó la voz para acusar de mentir a Rafael Felgueroso en sus afirmaciones sobre la ausencia del paso de Alsas por la avenida de Portugal.

Para Jorge Espina y Pablo Fernández fue el último mensaje de Moriyón. «Ya está bien de cirujana de prestigio, soy cirujana porque lo soy, pero sin prestigio ni no prestigio», les espetó tras sus comentarios irónicos sobre la profesión médica de la Alcaldesa.