Pablo TUÑÓN

Un año de cárcel por envenenar a seis perros camuflando alfileres en bolas de carne que colocaba en una zona verde de El Llano. Es lo que solicita el fiscal delegado de Medio Ambiente y Urbanismo para M. C. M., el octogenario vecino de Gijón que supuestamente llevó a cabo esos ataques contra los canes, harto de que los animales hiciesen sus necesidades en la zona. Seis dueños de mascotas se vieron afectados por el envenenador, para los que el fiscal, Joaquín de la Riva, pide asimismo indemnizaciones que ascienden a un total de 3.646 euros.

La fiscalía entiende que el presunto autor de los hechos cometió un delito de maltrato continuado de animales, dado que los casos de envenenamiento por alfileres en bolas de carne ubicadas en unos jardines de la calle León XIII se dieron de manera continuada desde el 22 de junio al 11 de agosto del año pasado.

Las primeras denuncias en el mes de junio tuvieron lugar cuando los dueños de perros alertaron del hallazgo de productos cárnicos con agujas y alfileres en su interior y que habían sido ingeridos por varios perros. Algunos de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente para salvar su vida y los veterinarios llegaron a extraer hasta 19 objetos punzantes del estómago de uno de los canes. De hecho, Joaquín de la Riva incluye en su calificación fiscal la cantidad de gastos veterinarios que tuvieron que afrontar los propietarios de los perros, que asciende a 3.646 euros.

Sin embargo, la historia no terminó con esos primeros casos. En los siguientes meses siguieron sucediéndose nuevos envenenamientos de mascotas por ingestión de objetos punzantes, lo cual motivó la alerta entre los propietarios de mascotas. Algunos de ellos se decidieron a tomar medidas como la colocación de carteles advirtiendo del peligro en diversos puntos habituales para el paseo de perros. Asimismo, realizaron concentraciones en repulsa y denuncia por lo acontecido.

El Cuerpo Nacional de Policía inició sus pesquisas tras recibir las denuncias pertinentes. La Policía judicial llegó a acordonar la zona, en la que se encontraron varias bolas de carne con alfileres, y decidió montar un operativo de vigilancia. Asimismo, se inició una ronda de entrevistas con los vecinos y con propietarios de animales habituales del parque de León XIII. Finalmente, dieron con un vecino de El Llano, dueño de un perro que no había resultado envenenado y que resultó clave a la hora de identificar al presunto autor de los hechos.

Éste los puso sobre la pista del sospechoso: un individuo de edad avanzada y pelo blanco al que supuestamente había visto tirando comida en bolsas por las aceras de las calles León XIII y Alfonso Camín. El testigo aseguró a los agentes que cuando se dispuso a comprobar cuál era el contenido de una de las bolsas se pinchó en las manos con objetos punzantes ocultos en el interior del alimento.

Con la información aportada, miembros de la Comisaría de El Coto identificaron y detuvieron el pasado octubre al sospechoso, un vecino de Gijón de 81 años. Según la Policía, su argumento para tales acciones era que «estaba harto de que el jardín próximo a su domicilio fuera continuamente utilizado por los perros para hacer sus necesidades».

El supuesto autor de los envenenamientos se enfrenta ahora a una acusación de maltrato continuado de animales. El fiscal, además de las penas referidas, incluye también en su escrito el formalismo de recordar que esas penas llevan aparejadas, también, la solicitud de su inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio con animales por tres años. La vista oral se celebrará en un Juzgado de lo penal de Gijón en una fecha por determinar.