R. VALLE

Se anunciaba como un acto protocolario sin más complicación que la enumeración de fechas, talleres y sedes, pero la presentación en el salón de recepciones del Ayuntamiento de la nueva edición de «Abierto hasta el amanecer», que arranca este domingo, se convirtió en toda una reclamación laboral de los jóvenes responsables de este premiado plan de ocio alternativo ante un gobierno local representado por el edil de Cultura, Educación y Juventud, Carlos Rubiera.

Christian Rodil, presidente de «Abierto», se encargó de convertir en palabras los problemas de la organización juvenil que, ante la demora de la firma del convenio municipal y el correspondiente ingreso económico desde las arcas del Ayuntamiento, tienen a sus monitores sin cobrar desde el mes de enero, han perdido por falta de aval la posibilidad de un crédito bancario y tienen dificultades para hacer frente a los pagos de las empresas de servicios con las que trabajan. «Abierto hasta el amanecer» tiene comprometidos en el presupuesto de 2012 unos 140.000 euros a través de partidas por fomento de la contratación, desarrollo de actividades culturales y promoción del deporte. La organización pide al Ayuntamiento que se dé prisa en firmar el convenio que les garantizaría el cobro del 50% de esa subvención municipal.

No fue la única reivindicación de Rodil. El joven también pidió del gobierno local que anule la decisión de cobrarles una tasa por ocupación de vía pública por la aplicación de la ordenanza fiscal 3.59 para casetas y barracas. «Nos cobran cien euros por ocupar una plaza de esta ciudad cuando estamos haciendo actividades sin ánimo de lucro y en favor de la participación social», explicaba el joven. Esa tasa no se les cobraba en ejercicios anteriores, igual que se les facilitaba para esas actividades callejeras la posibilidad de engancharse a la iluminación general. Así las cosas, la pervivencia a medio plazo de un programa con quince años de vida y ejemplo a escala nacional está en peligro.

Carlos Rubiera, que en su presentación inicial había reivindicado la apuesta del Ayuntamiento desde el consenso político por este programa juvenil, hizo frente a las denuncias de Rodil desde el optimismo. «Lo de vuestro convenio tiene que estar al caer porque recuerdo que estos días firmé asuntos similares», les indicó antes de asegurar que «tomo nota» de la petición de eliminación de la tasa. Acto seguido anunció que debía dejar a los participantes en la recepción -entre ellos 22 jóvenes procedentes de ocho municipios españoles que quieren importar la iniciativa gijonesa a sus localidades- con los ediles de PP, PSOE e IU «porque tengo un viaje y me están esperando».