R. GARCÍA

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo intervinieron ayer en un violento enfrentamiento que se saldó con seis heridos de diversa consideración y que tuvo lugar en el comedor de la residencia mixta de Pumarín alrededor de las diez de la mañana. Los agentes investigan ahora lo sucedido para intentar averiguar las causas de la pelea. Los funcionarios han interrogado ya a alguno de los participantes en el enfrentamiento. A uno de los internos del centro geriátrico se le incautó una navaja, aunque no fue ésta la única arma utilizada por los internos, que se agredieron usando los cubiertos del desayuno, sillas y hasta botellas.

Los trabajadores del centro fueron los encargados de avisar a la Policía de lo que estaba sucediendo. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron tres patrullas de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Los servicios de emergencias médicas tuvieron que atender a algunos de los heridos, que presentaban múltiples cortes y contusiones. Los testigos aseguran que hasta diez personas podrían haber estado implicadas en el suceso. La hipótesis principal sobre la que trabaja la Policía es que la pelea se debió a «rencillas previas» entre residentes.

La polémica acerca de la situación en la que se encuentran las instalaciones de la residencia mixta de Pumarín viene de lejos. El cese de cuatro operarios de servicios que se encontraban internos en el complejo hizo salir en manifestación a los representantes sindicales de los trabajadores del gran centro social gijonés hace varias semanas. Los sindicalistas mantienen que el Principado debe presentar «cuanto antes» un plan de actuación, «para ver qué quieren hacer con el ERA».

Los miembros del comité de empresa reclamaron en el mes de febrero la creación de una unidad psiquiátrica en el centro para «dar mejor atención a los pacientes con demencias y a los muchos pacientes que nos llegan con problemas de todo tipo», explicaba por aquel entonces Nicanor González, miembro de la Corriente Sindical de Izquierdas. Y es que los sucesos no son algo nuevo en el complejo residencial. A principios del mes de febrero un residente hirió a dos ancianas tras un arrebato violento, lo que acabó con las dos mujeres en el Hospital de Cabueñes. Pocos días más tarde, una de las heridas, una mujer de 96 años, fallecía sin que por el momento se pudiera establecer un nexo causal claro entre la pelea y la defunción.

El Juzgado de instrucción de Gijón que se encuentra realizando las labores de guardia esta semana será ahora el encargado de decidir en torno al procesamiento de alguno de los participantes en esta última pelea, que tendrían que declarar también ante el juez en los próximos días en caso de que se les llegara a imputar algún delito como consecuencia del suceso.