Con la medianoche del día de San Jorge llegó el «alumbrao» de la Feria de Abril en Sevilla. Y algunos de sus lunares relucieron en Gijón, a más de 600 kilómetros de distancia. El milagro ha sido posible gracias a la pasión por los trajes de cola, el rebujito y las sevillanas de muchos gijoneses y de algún otro andaluz afincado en Gijón.

Ni que decir tiene que cualquier sarao del Sur, para que realmente luzca perfecto tiene que salpimentarse con todo tipo de detalles. Uno de ellos, el más importante, es el vestuario. Porque por mucho que se baile, se beba y se coma, lo que realmente pone la ginda es la bata de cola, la falda de volantes, el clavel reventón en la cabeza y, en el caso de los caballeros, el traje corto. Y la ciudad es tan afortunada que cuenta con una diseñadora de trajes de flamenco de excepción, Yolanda González.

Desde hace un par de años González organiza un encuentro flamenco en una de las estancias del hotel Begoña Park, concretamente en el Patio de La Fuente. La gala, presentada por la cantante Nerea Vázquez, tiene el favor de numerosísimo público. Y es que no es para perderse ni una sola actuación. Alguna de ellas amenizada por el grupo Flamenco Vivo y por alumnas de Karel, éstas siempre bajo la dirección de Virginia Herrera, directora de la reconocida academia.

A los rabiosos aplausos dirigidos a las fantásticas batas de cola se unieron también los «oles» a los peinados de Manuel Mon. Reconocido internacionalmente por sus premios, realizó fantásticos peinados en los que no faltaron el toque de fantasía y sofisticación.

Las palmas y los volantes ocuparán también durante toda esta semana el barrio de El Carmen. Ya durante el fin de semana se sirvió rebujito a dolor. Y es que los hosteleros de la zona se han tomado muy en serio las jornadas con las que sorprenderán cada mes al respetable.