R. GARCÍA

Los responsables de la residencia mixta de Pumarín abrieron ayer un expediente disciplinario a un residente de 87 años de edad cuya identidad responde a las iniciales A. F. C. y al que se responsabiliza de empezar la violenta pelea que tuvo lugar durante el desayuno del pasado domingo y que se saldó con seis ancianos heridos. El acusado permanece en la enfermería del centro custodiado para evitar su fuga, según informaron ayer a este periódico fuentes cercanas al caso.

La Policía continúa entre tanto investigando los hechos. Las tensiones y la animadversión entre el ahora acusado y una de las víctimas del suceso venían de lejos. Y se habrían tensado más cuando días antes de este violento enfrentamiento el agresor había discutido con su contrincante, un septuagenario al que acusaba de robarle comida durante el desayuno, según las primeras investigaciones. Alrededor de las diez de la mañana del domingo, A. F. C. decidió poner fin a la polémica rompiéndole una botella de vino en la cabeza a su víctima. El septuagenario agredió posteriormente a su compañero golpeándole con una silla en la espalda. Al menos otros cuatro residentes intervinieron entonces en la trifulca utilizando los cuchillos que se encontraban en el comedor para defenderse y atacar al presunto agresor, quien además esgrimía una navaja, que finalmente lograron quitarle. A pesar de todo, el ahora acusado volvió a atacar al resto de residentes armándose con los cuchillos que aún se encontraban en la mesa del desayuno.

El Juzgado de instrucción continúa con la tramitación del procedimiento judicial que se seguirá contra el principal acusado, sin descartar que durante las investigaciones se llegue a imputar también a alguno de los otros cinco participantes en la pelea. La víctima ya ha solicitado ante el magistrado una orden de alejamiento de su agresor. Cuatro de los heridos tuvieron que ser trasladados al Hospital de Cabueñes, donde les curaron de sus cortes y hematomas, dándoles el alta horas después de su ingreso.

La dirección de la residencia mixta se encuentra en la actualidad, según indicaron ayer sus portavoces, «analizando los informes del personal presente durante el altercado para tomar las medidas necesarias encaminadas a evitar que se repitan incidentes de este tipo». Los responsables del centro público mantienen que el agresor, A. F. C., que ingresó en la residencia mixta de Pumarín el 23 de marzo de 2010, no había protagonizado ningún altercado en estos años. «No consta que tenga iniciado ningún expediente disciplinario, su actitud ha sorprendido tanto a los residentes como al personal», señalaban ayer los portavoces de la Consejería de Bienestar Social del Principado.

Este nuevo episodio violento, que se une a la agresión sufrida por dos mujeres en el mes de febrero en el mismo centro, ha vuelto a levantar la polémica en torno a la situación que se vive en la residencia mixta. El grupo municipal del Partido Popular expresó ayer su preocupación por la «falta de seguridad del complejo», reclamando «la adopción de medidas urgentes para solucionar este problema». Los populares quisieron además instar de nuevo a la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Eva Illán, a dirigirse a su homóloga en el Principado para que «adopte las medidas oportunas».

Los sindicatos de los trabajadores también han vuelto a alzar su voz contra los responsables de los Establecimientos Residenciales de Ancianos de Asturias. Nicanor González, miembro de la Corriente Sindical de Izquierdas, hizo ayer hincapié en la necesidad de garantizar las condiciones de trabajo de quienes desempeñan sus funciones en la residencia de Pumarín. «Hay que tomar medidas de forma urgente, esto no se puede dejar más», reflexionaba González, quien, además, solicita al Principado «que de una vez nos presente un plan para ver qué quieren hacer con el ERA, porque de verdad que a veces parece que a alguien le interesa que la residencia mixta de Pumarín vaya cada vez a menos», concluyó.