R. V.

Emtusa interrumpió en marzo del año 2010 el servicio que prestaba en la zona rural a través de siete líneas cubiertas por microbuses. Se decía adiós a un servicio que, con carácter experimental, había arrancado en noviembre de 2008. A Emtusa no le salieron los números durante esos meses. Un coste anual de funcionamiento de 613.623 euros se correspondió con niveles de ocupación inferiores en todo momento al 11%, con lo que el déficit de explotación por persona se cuantificó en 12,98 euros y las pérdidas finales para Emtusa en 585.653 euros. En su primer año de funcionamiento se registraron 45.112 viajeros.

La alternativa pasó en ese momento por firmar dos convenios de colaboración con el Consorcio de Transportes de Asturias de cuatro años de duración. Convenios que generaron tres concesiones de servicio a la CTA para ocuparse de cuatro rutas en la zona rural gijonesa: Gijón-Deva por Castiello, Gijón-Deva por Santurio, Vega-Lavandera-La Culiebra-Linares-Vega y Gijón-Sotiello por Porceyo. Estas líneas sumaron el año pasado un total de 34.736 viajes, de los que 17.564 se corresponden con las dos rutas por Deva. Son estos convenios los que ahora, con FAC en el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento, se matizan para evitar la discrepancia tarifaria entre los usuarios rurales de la CTA y los usuarios urbanos de Emtusa.

Los vecinos de la zona rural siempre han reivindicado una mejora del transporte en su zona. La actual gerencia de Emtusa considera que hasta 2014, fecha de finalización del convenio con la CTA, no tiene sentido recuperar su presencia en las parroquias gijonesas. Más aún teniendo en cuenta que la empresa municipal ya no cuenta con los microbuses.