Jorge Joven, investigador del Hospital Sant Joan, de Reus, dijo el viernes en Gijón, durante la celebración de un curso de cirugía vascular, que en España más que de cáncer se muere de arterioesclerosis. Semejante diagnóstico es aplicable a las comunidades autónomas, cáncer económico de este país, encaminadas a un estrechamiento de arterias que conduce, sin remedio, al colapso. El Gobierno ha iniciado la poda por las ramas más frágiles del árbol dañado: los impuestos que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos; pero la voracidad de los mercados reclama piezas de mayor tamaño. La fiera hambrienta huele la sangre de su próxima presa que serán los municipios, las diputaciones y las autonomías. Parece inevitable. Esta Asturias esclerótica no muere, pero languidece. Su flujo sanguíneo es del color de la horchata.