No es habitual, y menos por estas fechas. La sidrería El Llavianu adquirió el viernes un llamativo ejemplar de mero de más de 29 kilogramos. «Era un pescado espectacular. Los ha habido más grandes, pero en esta época no es nada frecuente conseguir uno de este tamaño», explica Javier González, propietario del local, que aparece en la imagen con el pez. A pesar de su tamaño, el pescado, procedente de la rula de Vigo, apenas duró unas horas, puesto que se terminó en la comida. Dio para más de veinte razones y se sirvió de diferentes formas: con almejas, con zamburiñas, mariscado, a la espalda... El Llavianu se hizo con el pez pagando el kilogramo a 24 euros.