R. G.

Admite que la clienta que acudió a su centro de estética sufrió quemaduras en la piel cuando se sometía a una depilación láser, pero asegura que no hubo ningún tipo de delito en su actuación. La esteticista que compareció ayer ante el juez de lo penal acusada de quemar a una clienta durante una depilación láser defendió durante la vista oral del proceso penal su inocencia. La abogada que representa los intereses de la acusada mantiene que «en este tipo de procedimientos no se necesita supervisión facultativa».

El fiscal encargado del caso no es de la misma opinión. El representante del ministerio público, que también expuso ayer su teoría ante el juez de lo penal, mantiene que la gijonesa que se sentó en el banquillo de los acusados -una vecina de la ciudad de 35 años de edad cuya identidad responde a las iniciales L. G. M.- aplicó «indebidamente» un tratamiento láser a la ahora denunciante en septiembre del año 2008 «y le produjo lesiones consistentes en quemaduras puntiformes en brazos y piernas» que actualmente le han dejado como secuelas varias manchas en la piel a la víctima. La mujer precisó más de veinte días para curarse completamente de sus lesiones.

El ministerio público aseguró durante su presentación de conclusiones que L. G. M. presentaba sus servicios «sin contar, en ningún caso, con la necesaria supervisión médica para la realización del tratamiento que se ofrecía en el local de estética en el que trabajaba», por lo que pide para la acusada una condena de cuatro meses de cárcel.

El fiscal encargado del caso solicita además al juez titular del Juzgado de lo penal número 1 de Gijón que la acusada indemnice a su víctima con 6.000 euros por las lesiones que padeció y por sus secuelas. El proceso judicial quedó ayer visto para sentencia después de que declararan ante del juez encargado del caso, Lino Rubio Mayo, todos los peritos y testigos llamados por las partes a la vista oral del procedimiento.