La magistrada titular del Juzgado de instrucción número 1 de Gijón, Carolina Montero, envió ayer por la mañana a prisión a M. Y. G. P., el vecino de Gijón de 19 años de edad y ascendencia dominicana acusado de atropellar a cuatro jóvenes colombianos con los que había discutido en los alrededores de una conocida discoteca de El Natahoyo. La juez tomó esta decisión tras escuchar las declaraciones de víctimas y agresor y después de que la fiscalía de área de Gijón solicitara el ingreso en la cárcel del conductor al apreciar que en este caso existe riesgo de fuga «dada la gravedad de las penas que se puedan solicitar en su momento». No en vano, el ministerio público le atribuye al acusado la autoría de cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa y uno contra la seguridad vial.

El suceso que ha motivado este procedimiento judicial tuvo lugar el pasado domingo. Alrededor de las ocho de la mañana el joven ahora arrestado protagonizó una violenta discusión con un grupo de al menos una decena de jóvenes con los que se había encontrado en los alrededores de una conocida discoteca situada en la calle Mariano Pola. Los heridos aseguran que le gastaron «una broma» al agresor, que se encontraba en esos momentos dentro de su coche en compañía de una joven de 22 años de edad de nacionalidad venezolana. «Cuando parecía que todo se había calmado, el chico arremetió contra cuatro de los que estaban allí intentando atropellarlos con el coche», señalaba posteriormente un testigo, que retuvo al acusado hasta que llegó la Policía Nacional. El joven subió su coche a la acera y fracturó el cristal de un negocio situado en la calle Mariano Pola causando daños que el propietario del establecimiento cifra en más de 10.000 euros. Preguntado ayer por la mañana acerca de los hechos, el detenido repitió ante la juez la versión que ya había ofrecido a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encargados del caso asegurando que sólo había querido «asustar» a los jóvenes con los que había discutido.

Los cuatro heridos declararon también ante la magistrada de instrucción después de que el médico forense de los juzgados valorara sus lesiones elaborando un informe que será adjuntado al expediente abierto en torno al caso. «No lo conocíamos de nada», aseguraron los jóvenes tras declarar ante la juez de instrucción.

No es la primera vez que M. Y. G. P. es detenido. El joven gijonés arrestado el pasado domingo en El Natahoyo cuenta, de hecho, con antecedentes policiales. La casualidad quiso que en el día de ayer el joven estuviera citado en un Juzgado de lo penal de Madrid para responder por un supuesto delito de robo del que está acusado.

El joven, que tiene menos de un año de experiencia con el carné de conducir, arrojó un resultado de 0,61 miligramos de alcohol por litro de aire expirado en el control de alcoholemia que le realizó la Policía Local tras el suceso, por lo que además de los cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa, M. Y. G. P. deberá afrontar una acusación por un delito contra la seguridad del tráfico. El padre del joven, que le había comprado hace pocos meses el coche con el que protagonizó el atropello, se mostraba ayer muy afectado por lo sucedido aunque sin rechazar la responsabilidad de su hijo. «Si cometió un delito, que cumpla la pena porque si no no va a escarmentar», aseguraba el vecino de Gijón de origen dominicano nada más conocer la noticia el pasado domingo en conversación con este periódico. «Ya le habíamos dicho que no saliera, que no se metiera en líos», recordaban los familiares de M. Y. G. P. a la puerta de los juzgados, ayer por la mañana.