R. GARCÍA

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en los últimos días en Gijón a quince personas acusadas de pertenecer a una compleja trama delictiva. Los cabecillas de esta organización -tres empresarios del sector de la rehabilitación-, habían creado hasta cinco empresas tapadera en las que ofrecían falsos trabajos a inmigrantes que necesitaban un contrato para regularizar su situación en España y conseguir la nacionalidad, o para cobrar el subsidio de desempleo.

Las investigaciones sobre los principales imputados -un marroquí y otros dos empresarios de origen latino- comenzó en el mes de octubre del año pasado. Fue entonces cuando los agentes encargados de la investigación se percataron de la existencia de cinco empresas dedicadas a la construcción y la rehabilitación de inmuebles que se estaban financiando mediante contrataciones irregulares de extranjeros. Los inmigrantes pagaban por sus falsos contratos de trabajo entre 250 y 1.500 euros, dependiendo del tiempo que necesitasen figurar como trabajadores. Una vez finalizado el trabajo, los extranjeros lograban la nacionalidad o el derecho a cobrar el paro. Además de los quince detenidos -los empresarios y algunos inmigrantes-, la Policía ha imputado delitos a otros cinco ciudadanos que participaron de la trama durante un corto período de tiempo.

Los agentes encargados de la investigación del caso estiman que en los últimos cuatro años los empresarios realizaron unas 200 contrataciones irregulares. Estos constructores -uno de los cuales se encuentra actualmente en busca y captura en el extranjero-, no pagaban la Seguridad Social de sus falsos trabajadores, por lo que su deuda acumulada con esta institución asciende además a 100.000 euros.