M. SUÁREZ

El movimiento vecinal lleva algunos meses centrado en la nueva ordenanza municipal de convivencia cívica y prevención de actuaciones antisociales. Pero, tras el último consejo de administración de Gijón al Norte, celebrado el pasado 20 de marzo, volverá a poner su atención sobre el plan especial de las vías. Las impresiones de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de la zona urbana no son nada buenas.

Según su presidenta, Tita Caravera, el futuro de la operación «tiene una pinta mala, malísima». Así que «ahora que ya se ha reunido Gijón al Norte habrá que ponerse a trabajar en este asunto», apostilló la dirigente vecinal, que en los próximos días remitirá un escrito a la concejala de Urbanismo, Lucía García Serrano, para que «nos explique cuál es la situación del plan de vías».

El soterramiento ferroviario entre El Humedal y Moreda es una de las actuaciones más importantes y más complejas que la ciudad tiene por delante. Para llevarla a cabo, el Ministerio de Fomento, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento constituyeron la sociedad Gijón al Norte. De eso hace ya diez años. «La estación provisional va a durar siempre», teme el movimiento vecinal. Dicha terminal, situada en Sanz Crespo, se creó para garantizar el tráfico ferroviario mientras durasen las obras del plan de vías, que incluyen una estación intermodal (para trenes y transporte por carretera).

La FAV, que ayer encadenó su asamblea general ordinaria y su asamblea extraordinaria, lamenta que la operación no avance. Durante la reunión de trabajo, se propuso a Luciano González como representante de la Federación en el consejo de la empresa municipal de transportes.