R. GARCÍA

Toda una «marea rosa» recorría las calles de Gijón en una solidaria mañana de domingo. Las olas de este particular fenómeno fueron las más de 5.000 mujeres que ayer corrieron por la ciudad participando en la octava edición de la Carrera de la Mujer, una prueba en la que la competición deportiva pasa a un segundo plano para dejar el protagonismo a la solidaridad en la lucha contra el cáncer de mama. A pesar de esta falta de competitividad, hubo ganadoras. La policía Verónica Pérez consiguió alzarse con el primer premio de la carrera, al realizar el circuito de cinco kilómetros en poco más de diez minutos. En el capítulo de equipos, los organizadores distinguieron al Instituto de Educación Secundaria de la Laboral –con el que corría su profesora recién nombrada consejera de Educación, Cultura y Deportes del Principado, Ana González–, por ser el centro educativo que más alumnas aportó a la carrera.

«La causa por la que venimos a correr aquí es muy motivante», aseguraba Pérez tras recoger el galardón. A su lado en el escenario, la voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer Gloria Romero agradecía el esfuerzo de las participantes en su lucha contra la enfermedad que ella misma padeció. «Queremos que las mujeres que tienen cáncer no se sientan solas, que sepan que tienen ayuda y que de esto se sale», aseguraba. La presidenta de la agrupación local de la AECC, Lucía Ortiz, recogió el cheque con los 50.000 euros donados por los organizadores a su institución. «Los chicos tendrían que participar más, pero la verdad es que ha sido un buen día», relataba Ortiz.

En los alrededores del stand instalado por la asociación, decenas de mujeres hacían donaciones. Entre las participantes en la carrera se encontraba Eva Arango, una gijonesa que acudía acompañada de su hija de sólo un año y que se mostraba «encantada» de participar por tercer año en la competición: «Lo cogimos ya como costumbre y venimos siempre porque es un paseo y lo importante no es correr sino participar y mostrar tu solidaridad».