M. SUÁREZ

Rodrigo Rato, ministro de Economía con el anterior Gobierno del PP y presidente del grupo Bankia hasta el pasado mes de mayo, ha puesto en venta su chalé de Cabueñes. La casa, con una superficie construida de 350 metros cuadrados, sale al mercado por un millón de euros. Su comercialización coincide con una resolución municipal que declara ilegal el tejado de la vivienda.

Hace un año que el Ayuntamiento le abrió expediente al político popular tras «detectar discrepancias entre el proyecto y las obras ejecutadas». La concejalía de Urbanismo le había concedido licencia para una vivienda unifamiliar con la cubierta de teja. Sin embargo, lo que se utilizó finalmente en la construcción del tejado fue cobre y los servicios técnicos municipales dieron orden de subsanar este «desajuste».

La Junta de Gobierno, entonces encabezada por los socialistas y ahora por Foro Asturias Ciudadanos, desestimaba ayer el recurso de reposición que Rodrigo Rato presentó en su día para tratar de mantener la cubierta elegida. Este rifirrafe urbanístico, que de momento no lleva consigo propuesta de sanción, se resolverá en cuanto se retire el tejado de cobre y se sustituya por uno de teja.

Entre tanto, Rato ha encargado a una agencia inmobiliaria de la región que le venda la casa, construida para sus estancias de verano en Gijón, ciudad a la que está unido por lazos familiares, pese a haber nacido en Madrid, y que le ha concedido la distinción de hijo adoptivo. La vivienda, situada en el Camino de La Pontica, dentro de una parcela de 1.609 metros cuadrados, consta de un salón a doble altura y seis dormitorios, de los cuales «cuatro son suites con vestidor incluido», según se concreta en el anuncio que puede consultarse a través de internet.

También se destaca el hecho de que la casa disponga de seis baños completos, techos de madera vista, garaje con capacidad para tres coches, persianas motorizadas, zona de lavandería y bodega. Lujos envueltos en una fachada de piedra natural y madera, muy en sintonía con el carácter rural de la periferia gijonesa. Con la noticia de que el Ayuntamiento ha declarado ilegal el tejado de la vivienda, se ha optado por la discreción para tratar de sortear la polémica y alejarla del proceso de venta.