M. C.

En España hay 400.000 políticos en activo, mientras que en Alemania, con la mitad de población hay 150.000. «Esto no es sostenible», piensa el economista Joaquín Mastache de la Peña, que ayer dio una charla en el Ateneo Jovellanos de Gijón para presentar un DVD en el que ha recopilado entrevistas a destacados economistas de toda España, pidiéndoles propuestas para superar la crisis.

Mastache también hace su propio planteamiento que pasa por una reforma del Estado para reducir su estructura, bajar impuestos y favorecer la llegada de recursos a la economía productiva. El aumento del producto interior bruto de España es la única vía para volver a crear riqueza y empleo.

Este economista sostiene que la crisis se debe a errores políticos, vinculados principalmente a la política monetaria, y no a la actuación de las entidades financieras que «son víctimas y no verdugos» y a las que sólo achaca la falta de cintura que tuvieron para renegociar el pago de la deuda con sus clientes, evitando tener que asumir viviendas por el impago de las hipotecas. Esa falta de reflejos de los bancos es lo que los llevó a acumular activos patrimoniales que se han devaluado hasta poner a las entidades financieras en una situación crítica.

Además de la reducción de cargos políticos, Mastache propone amortizar en los próximos 10 años los puestos de los 800.000 funcionarios que se van a jubilar en ese plazo. Mientras tanto, reducir a los 3,5 millones de funcionarios un 20% sus sueldos (para ahorrarse el equivalente al sueldo actual de 750.000). Aún así, el objetivo final a más largo plazo debería de ser, en su opinión, dejar el número de funcionarios en España en sólo un millón. Eso requiere cambiar todo el modelo de la administración, dado que tal como está ahora configurada, es imposible prescindir de funcionarios.

A esto añade una reforma fiscal para que la fiscalidad sea la misma en todos los países de la Unión Europea y que se base en los impuestos directos. La subida del IVA, además de perjudicial para la economía, es injusta, porque pagan el mismo impuesto un parado que un potentado, señala. La reducción de impuestos también es clave, considera, para relanzar la actividad económica. Subir impuestos sólo presagia que no se va a recortar la estructura del Estado, un error en su opinión.