Miriam SUÁREZ

La Junta de Gobierno aprobará mañana, si no surgen imprevistos de última hora, el plan parcial de Cabueñes. Un proyecto del que lleva hablándose en la ciudad desde hace seis años y cuyo contenido definitivo todavía no se ha hecho público para inquietud de los vecinos afectados. Fuentes municipales revelan que algunos detalles técnicos siguen estando sin definir.

Según los planos a los que ha tenido acceso este periódico, el ámbito de actuación presenta una orografía de pronunciados taludes. Para resolver estos cortes del terreno, se está barajando la idea de «bajar la rasante de la urbanización entre seis y ocho metros», algo que aún no se ha reflejado formalmente en la documentación que está en manos de los servicios urbanísticos del Ayuntamiento.

Los técnicos que trabajan en el plan de Cabueñes también apuntan la posibilidad de que el vial de conexión con la Autovía del Cantábrico «pase por debajo de la rotonda prevista junto al Hospital para salvar los desmontes del terreno». Este bulevar encadenará cuatro glorietas, hasta llegar al nudo que ahora da salida al tráfico hacia la avenida de La Pecuaria y Somió. «Se trataría de hacer algo así como lo que ahora hay en El Llano», explican.

El hecho de que algunos aspectos como éstos todavía no se hayan concretado preocupa tanto a los grupos políticos de la oposición como a la llamada Plataforma Ciudadana Contra el Muro de Cabueñes. Aun así, el gobierno de Foro Asturias Ciudadanos ha decidido seguir adelante con la aprobación, al considerar que todos estos datos se irán definiendo a lo largo del procedimiento administrativo.

El plan de Cabueñes ha sufrido cambios con respecto al diseño que sus promotores presentaron inicialmente. La presión vecinal propició variaciones encaminadas a reducir el impacto de una urbanización donde se construirán entre 580 y 600 viviendas. La Plataforma Ciudadana desconoce el alcance de esas modificaciones, pero insiste en que, de todas formas, el proyecto levantará «un muro» en la parroquia.

Los pleitos interpuestos por este colectivo vecinal para evitar la actuación no han surtido efecto. Y el gobierno municipal entiende que, anular la operación, daría pie a los promotores del plan a reclamar una indemnización al Ayuntamiento por daños patrimoniales. El terreno objeto de desarrollo ocupa una superficie de 254.000 metros cuadrados. El suelo asignado al uso residencial no superará el 64,5 por ciento del ámbito, donde se levantarán 32 bloques de cuatro plantas y «semisótano de 1,5 metros de altura».