C. JIMÉNEZ

Objetivo: fabricar convertidores electrónicos que alimenten conjuntos de LEDs de una duración muy larga y muy alta calidad para iluminar zonas donde cambiar un foco resulta muy caro, como en el caso de túneles o parkings. El grupo de Sistemas Electrónicos de Alimentación de la Universidad de Oviedo investiga junto con la empresa AEG el desarrollo de una solución lumínica con una duración el doble de lo habitual de las actuales bombillas LED que, además, funciona con una tensión alterna de entrada de entre 85 y 310 voltios, algo muy inhabitual y que implica la necesidad de prescindir de determinados componentes. La solución, que ofrece un mayor rendimiento que las lámparas de LEDs que se venden en el mercado, se encuentra en proceso de patente por parte de la empresa AEG, en Holanda. «Es un producto de mucha calidad y alta duración y rendimiento», explica el catedrático Javier Sebastián, cabeza visible del grupo de Sistemas Electrónicos de Alimentación, adscrito al área de Tecnología Electrónica, dentro del departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica, de Computadores y de Sistemas de la Universidad de Oviedo.

«Es la tecnología que se va a imponer. Además cuenta con la ventaja de que requiere de un bajo mantenimiento y tiene una larga vida útil», apunta Diego González Lamar. Los investigadores del grupo de Sistemas Electrónicos de Alimentación están convencidos de que las bombillas LED, además de las altas prestaciones que ofrecen, se convertirán en un producto más barato y asequible para todos los ámbitos porque «ofrecen un mayor rendimiento energético», afirma Marta Hernando, una de las cuatro catedráticas de España en el área de Tecnología Electrónica. Su grupo es uno de los que se sitúan a la cabeza, por disciplinas científicas, en el último ranking de las universidades españolas I-UGR elaborado por las universidades de Navarra y Granada. «Sin acudir a calificativos desmesurados, sí que estamos de acuerdo en que el campus de Gijón se encuentra a un buen nivel nacional en investigación», apunta Sebastián.

El grupo ha publicado varios artículos en revistas sobre las colaboraciones con la empresa AEG y en este momento se encuentran desarrollando dos proyectos más de manera conjunta. El de las lámparas LED incorpora un doble desafío: por un lado, la reducción de componentes sin perder las funcionalidades del equipo y, por otro, lograr su funcionamiento en una franja amplia de corriente nominal de salida. En el ámbito de la electrónica de potencia, están inmersos en un proyecto «Consolider» con las politécnicas de Madrid y Cataluña y las universidades de Zaragoza, Rovira i Virgilli, Valencia y el centro tecnológico Tecnalia para el desarrollo de dispositivos electrónicos de potencia basados en dos nuevos materiales, el carburo de silicio y el nitruro de galio.

Los dispositivos de ambos tipos de material cuentan con aplicaciones para el sector aeroespacial, el mundo del vehículo eléctrico y, en general, todo lo que tenga que ver con energías alternativas, por disponer de características térmicas y eléctricas muy adecuadas para construir convertidores para paneles solares, para accionadores de motores eléctricos, para aerogeneradores e, incluso, para cocinas de inducción. «En el caso del carburo de silicio, no se presentan problemas de escasez de los materiales de partida, pues se trata de materiales abundantes», indican los investigadores, quienes no obstante, advierten de que nos encontramos muy al inicio de las posibilidades de esta tecnología. Se trata, dicen, de «mejoras modestas», aunque las esperanzas a futuro son bastante mayores. El empleo de estos dos nuevos materiales en el desarrollo de equipos electrónicos permitiría, por ejemplo, subir cuatro veces la frecuencia y aumentar también la tensión de uso.

Más proyectos. Pablo Fernández, otro de los integrantes del equipo de Sistemas Electrónicos de Alimentación prepara su tesis en una de las líneas de trabajo del grupo que tiene que ver con la mejora del rendimiento de los amplificadores de potencia de radiofrecuencia. La mejora de estos equipos, actualmente «muy complejos e ineficientes», permitiría un mejor rendimiento de los repetidores de la señal de telefonía móvil o de televisión digital, por ejemplo. Cambiando de forma muy rápida la tensión de alimentación es posible lograr una mejora notable del rendimiento pasando de un 10 a un 25% de eficiencia. La telefonía móvil, la televisión digital o los más modernos sistemas de telecomunicaciones podrían verse beneficiados de este desarrollo.