A. RUBIERA

A la calle Marqués de San Esteban, una de las vías singulares de Gijón, que se distingue por su acera porticada, le van a crecer los arcos para satisfacción de muchos paseantes. La demolición y reforma integral de los últimos inmuebles de la citada calle (entre los números 62 y 68), una gran manzana de casi dos mil metros cuadrados, las va a aprovechar la promotora Asturcasa no sólo para construir un bloque de más de 150 viviendas de calidad que entren por el ojo de los compradores; su intervención tendrá, además, un componente comunitario, al aportar a la zona un nuevo tramo de arcos que harán curva hasta morir en la calle Rodríguez San Pedro. «Nos parecía que daba una imagen de continuidad que el edificio agradecía», explican los portavoces de la promotora y constructora. Esos arcos se ganarán con el retranqueo de los espacios comerciales, a los que estará destinada toda la planta baja del edificio gijonés.

La nueva acera será uno de los elementos singulares que el Ayuntamiento ha aprobado en la licencia concedida a Asturcasa; la otra novedad respecto al inmueble actual, cuya fachada clásica se va a respetar al máximo, será el hecho de que el futuro edificio, que constará de bajo, ocho plantas y ático, quedará igualado en altura con su vecino más próximo.

Ese recrecido (se incrementan respecto al edificio actual dos plantas y el ático) se va a conseguir con una fachada acristalada que será todo un contraste con el edificio original, pero que «dará un aspecto más ligero» a un edificio tan potente, según explican los conocedores del proyecto.

La transformación de ese gran inmueble no deja de ser la transformación, también, de una fachada importante del área de influencia de la playa de Poniente. En concreto, una zona que desde hace años estaba necesitada de que se hiciera una apuesta constructiva como la que llevará a cabo Asturcasa. Ese cambio ya ha comenzado y desde la pasada semana se están llevando a cabo derribos interiores del inmueble, al tiempo que se ha abierto una oficina de ventas en un bajo cercano para comercializar el inmueble. Los promotores están satisfechos por el tirón que está demostrando que tiene la zona, lo que se ha traducido ya en algunas ventas. Inicialmente, la previsión era de 159 viviendas, de uno a cuatro dormitorios, pero «tenemos la posibilidad de hacerlo todo a la medida del cliente», explican los promotores, de tal forma que ya han tenido que unir algún ático para compradores que querían disponer de muchos más metros de los que se ofrecían inicialmente. La obra, que está financiada por el Banco Herrero, podrá ser una realidad a finales de 2014.