C. JIMÉNEZ

«Cuando terminé COU no tenía ni idea de lo que quería hacer con mi vida. Por suerte, una elección al azar me llevó a donde quiero estar, pero si hubiera tenido una orientación previa el camino hubiera sido más corto». Natalia Quintanal, socia fundadora de Labrevolución junto a Beatriz Castro, finalizó los estudios de Graduado Social sin tener muy claro hacia qué quería orientar su futuro. Ambas, con una trayectoria profesional de más de 15 años en el ámbito de la gestión y recursos humanos, están ahora detrás de un programa pionero de orientación a los jóvenes en los primeros años de los estudios superiores.

El paso inicial ha sido la realización de una encuesta, vía Internet, para obtener una visión general de los motivos que llevan a los universitarios a decantarse por una u otra carrera. El estudio revela algunos datos tan sorprendentes como que las carreras más vocacionales, que generalmente se corresponden con la rama de Letras, son precisamente las que presentan mayores índices de fracaso. ¿La razón? «No existe una orientación previa», explica Natalia Quintanal.

No obstante, el estudio realizado por Labrevolución indica que la salida profesional es la principal justificación que aducen los estudiantes para basar su elección. Esto ocurre en el 41% de los casos, mientras que el 27% fundamenta su decisión en motivos vocacionales, el 11% lo hace por curiosidad o por conocer nuevos campos de estudio, el 17%, por conocimiento previo de la titulación y sólo el 4%, por influencia de la familia.

Desglosando los datos por ramas de conocimiento, los estudiantes de carreras científico-tecnológicas son quienes más piensan en la salida laboral de sus estudios. «Es el elemento clave para tomar la decisión», indica Beatriz Castro. Un 52% de los encuestados en esta área fundamenta en ese factor su elección de los estudios superiores. Por detrás, en un 25% de los casos, se sitúa la vocación, mientras que el conocimiento de la carrera a cursar es el razonamiento para el 19% de los encuestados. La influencia de la familia es el argumento del 2% de los estudiantes de Ciencias.

En las carreras de Letras se observa, sin embargo, un cambio de tendencia, pues el criterio de búsqueda o curiosidad (23%) cobra fuerza frente a la utilidad percibida de los estudios (21%). En cualquier caso, en este campo de conocimiento manda más la vocación (33%) como motivo de la elección de los estudios. Por esta razón, Natalia Quintanal y Beatriz Castro entienden que esa búsqueda de la curiosidad que mueve a los estudiantes de Letras es «producto de una falta de orientación clara». Además, añaden, en estas carreras no se percibe una utilidad inmediata en forma de salida profesional. Éste es otro factor que induce al fracaso, «al no tener una perspectiva clara de las exigencias que esos estudios van a requerir», comentan ambas. Para evitar que esos estudiantes fracasen, desde Labrevolución proponen un programa de itinerarios formativos, de nombre Labrevolucionando vocaciones, para descubrir las verdaderas motivaciones que llevan a los alumnos a decantarse por una u otra opción.