C. JIMÉNEZ

«Un ingeniero necesita una inteligencia espacial bien desarrollada», sostienen los profesores de Expresión Gráfica en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. En los últimos tiempos se han encontrado que los nuevos planes de estudio han dejado relegada la formación en este área a un único curso de toda la carrera, cuando consideran «imprescindible» profundizar en conceptos geométricos a lo largo de toda la formación universitaria.

Se trata, explican de los docentes, de brindar los conocimientos básicos al alumnado y que ellos mismos puedan aplicarlos para ir afianzando así su visión espacial. «Es fundamental para cualquier ingeniero que sea capaz de representar sus ideas de una forma gráfica», añaden. La llamada «inteligencia espacial» que se le presupone a los profesionales de la ingeniería consiste en formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones, es la inteligencia que tienen también los marineros, los cirujanos, los escultores, los arquitectos, o los decoradores.

Los actuales planes de grado que se ofertan en la Politécnica únicamente incluyen las primeras nociones de Dibujo Técnico para los ingenieros en el primer curso. Exclusivamente. En los siguientes cursos no se contempla más formación al respecto. Los profesores insisten, sin embargo, en que el dibujo técnico es un medio de expresión y comunicación indispensable, tanto en el desarrollo de procesos de investigación científica, como en la comprensión gráfica de proyectos tecnológicos cuyo último fin sea la creación y fabricación de un producto, subrayan desde el campus gijonés. Por ello, aconsejan a los alumnos que, ante la imposibilidad de resolver en el corto plazo estas carencias, traten de ampliar por su cuenta la formación en este campo.

La función esencial de la materia de expresión gráfica consiste en ayudar a formalizar o visualizar lo que se está diseñando o descubriendo, y contribuye a proporcionar al ingeniero desde una primera concreción de posibles soluciones hasta la última fase del desarrollo, donde se presentan los resultados en planos definitivamente acabados.

Puede ocurrir también que un alumno llegue a la carrera sin haber tocado el dibujo desde tercero de la ESO. En ese caso, se aconseja optar por los «cursos cero» donde se plantean algunas nociones básicas a los estudiantes sobre determinados conceptos en los que luego se profundizará durante la carrera.

Los docentes de la Politécnica insisten en que los universitarios deberían ser conscientes de la importancia de la asignatura de Dibujo a lo largo no sólo de su carrera sino en su vida profesional, pues resulta fundamental en su vertiente asistido por ordenador para obtener un aprendizaje óptimo en este sentido. Existen también programas de cálculo estructural que, enlazados con otros de dibujo informatizado, permiten obtener planos detallados.