L. PALACIOS

Un perfil cambiante y una demanda al alza. Los establecimientos que integran la Red de Atención a las Personas sin Hogar de Gijón constituyen la puerta de entrada de las personas sin recursos a los Servicios Sociales, y ellos mejor que nadie se hacen cargo de los estragos de la crisis entre gente «normal, como cualquiera de nosotros».

Tanto es así que «en la Cocina Económica cada vez es más difícil discernir si las personas que llegan vienen a pedir o a ofrecer», indicaba ayer María Sela Cueto. En Cáritas sucede lo mismo, como apuntaba Ramón Méndez, responsable del programa de atención a personas sin hogar de esta organización. «Cada vez llegan más familias completas», indicaba.

Según los últimos datos de la Cocina Económica, «a día 1 de agosto, el número de comidas ya había aumentado un 20 por ciento con respecto al año pasado», apunta Luis Torres. A finales de mayo, el porcentaje de incremento estaba entre el 8 y el 9 por ciento, pero con el paso de los meses la demanda se ha disparado, y seguirá haciéndolo.

Los responsables de este recurso calculan que a finales de este año se podría alcanzar la cifra récord de 170.000 servicios entre comidas y cenas, cuando el año pasado se llegó a los 142.539.