R. GARCÍA

Una gijonesa acaba de ser condenada a una pena de seis días de localización permanente, acusada de coaccionar a su ex marido. El tribunal encargado del caso asegura que la imputada envió al que había sido su pareja sentimental 221 mensajes de texto y lo llamó 188 veces a su teléfono móvil en un sólo día con el objetivo de «hablar con el hijo pequeño de ambos». Los magistrados han impuesto además una orden de alejamiento en virtud de la cual la vecina de la ciudad ahora condenada no podrá comunicarse con su ex marido durante los próximos tres meses.

La Sección Octava de la Audiencia Provincial acaba de confirmar esta sentencia, que en su día fue impuesta por el Juzgado de instrucción número 3 de los de Gijón. «Ante la abultada reiteración en la conducta, consideramos que nos encontramos ciertamente ante una conducta dolosa que no puede justificarse en ningún caso con el alegato de que la apelante quería hablar con su hijo», aseguran los ponentes. Los jueces mantienen que tras la actitud de la acusada «había un claro propósito de coaccionar y molestar a la persona destinataria».