M. CASTRO

La Comisión Europea va a respaldar el proyecto de la ingeniería gijonesa TSK para construir un edificio de oficinas en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón que genere toda la energía que consume. Se trata de un proyecto que puede revolucionar la edificación en Europa, dado que el abastecimiento de energía a los edificios con fuentes fósiles, así como el consumo de energía durante la construcción contribuyen en gran medida a la contaminación que provoca el cambio climático.

El importe total del proyecto asciende a 1.173.640,00 euros, de los que la Comisión Europea aportará aproximadamente la mitad. El proyecto se denomina «The Autonomous Office» y se enmarca dentro del Programa LIFE+. El edificio de oficinas que se va a construir está promovido por la firma BFC.

El proyecto «The Autonomous Office» tiene como objetivo la construcción de un edificio de oficinas que sea capaz de funcionar sin necesidad de conectarse a red eléctrica. Éste proyecto trata de integrar principios de diseño bioclimático y tecnologías de energía renovable para reducir al mínimo el impacto ambiental tanto del propio edificio como de sus usuarios. Por lo tanto, espera ofrecer un modelo sostenible en términos de la demanda de energía y su contribución en la reducción de emisiones de CO2, evitando la emisión a la atmósfera de 48,19 toneladas al año.

Se desarrollará un diseño bioclimático del edificio para aprovechar la luz natural y reducir las diferencias de temperatura, reduciendo así la demanda de energía. Así se rebajará la necesaria por cada metro cuadrado de los 250 kilovatios/hora típicos de una oficina a 110.

De igual manera, se integrarán equipos de alta eficiencia energética y las unidades de control para así satisfacer las necesidades del edificio para agua caliente, calefacción, refrigeración, ventilación e iluminación, con lo que la demanda energética se reducira aún más, hasta los 90 kilovatios/hora. También se promoverá el ahorro de agua. Al final, el edificio de 600 metros cuadrados necesitará producir unos 54.000 kilovatios/hora, para lo que utilizará energías renovables como la fotovoltaica, pequeños aerogeneradores, calderas de biomasa y pilas de hidrógeno. Antes de la construcción del edificio, su eficiencia será comprobada mediante una simulación informática.

Los socios que junto con TSK conforman éste proyecto son, además de BFC (especialista en biogás, producción de hidrógeno y su aprovechamiento en pilas de combustible), ONYX (especialistas en diseño bioclimático referente a la captura y uso de la energía solar), TEQMA (especialistas en la recogida, reciclaje y tratamiento del agua) y la Fundación Asturiana de la Energía.