Pablo TUÑÓN

El que era uno de los emplazamientos más preciados en Gijón para hacer ejercicio al aire libre está dejando de serlo. Los usuarios del «kilometrín» aseguran que cada vez más corredores dejan de hacer uso de su pista de tierra, dados su deterioro y falta de mantenimiento. «Ya estaba mal, pero desde este verano está peor. Se metieron con maquinaria a tratar de arreglarlo, pero en vez de eso, dejaron surcos y está mucho peor», asegura Fernando Laviada, usuario habitual del «kilometrín».

Los deportistas no pueden correr a gusto por la pista. No hace falta fijarse mucho para advertir que lo hacen todos en fila india y pegados al borde de la misma, el terreno más pisado y liso. «Vamos siempre por el lado izquierdo, casi nadie corre por el centro. La pista tiene muchos baches y está bastante deteriorada», asegura Enrique Martínez, otro habitual del «kilometrín», que además lamenta lo descuidadas que están las instalaciones. «Incluso los carteles están medio borrados», señala.

Javier Samalea lleva cinco meses yendo a correr al «kilometrín». «La pista podía estar un poco mejor porque hay que esquivar algún que otro hoyo», manifiesta. Además, da importancia a otro problema. «Sólo hay una fuente, y el agua sabe mal», afirma. Heriberto García, un joven que se entrena dos veces a la semana en el «kilometrín», no hace un diagnóstico tan malo de las instalaciones, aunque asegura que podrían estar mejor «Yo corro por la acera, que es mejor. La pista está un poco descuidada. Hay baches y, de hecho, una vez me torcí el tobillo. Nunca vi que viniesen a arreglarla», opina.

Fernando Laviada asegura que muchos han dejado de correr por el «kilometrín». «Yo cada vez vengo menos y también veo menos caras conocidas. Somos menos que antes. Hubo gente que empezó a tener molestias. Esta pista es una fuente de lesiones», asegura, achacando buena parte de culpa a la introducción de maquinaria el verano pasado, que dejó surcos en la arena.

Afirma que han hecho varias peticiones para que arreglen el problema, pero «se pasan la pelota entre el Patronato Deportivo y Parques y Jardines». Las quejas también derivan del escaso mantenimiento de las instalaciones. «No están pendientes de ello casi nada. Sólo vienen a limpiar el parque y a quitar las hojas. Nada más», asegura Laviada, quien cuenta que determinadas zonas se encharcan cuando llueve haciendo imposible correr por ellas. «Sólo con hacer unos cortes en el borde de la pista a modo de desagüe lo arreglarían», manifiesta.

«Está bien, pero podía estar mejor», opina Miguel, que acude todas las semanas a correr a la zona. «Tenían que hacer algo más que echar una capina de tierra vegetal, como hicieron», añade. Enrique Martínez añade, además, otra queja relativa al área de gimnasia para mayores. «Hay aparatos estropeados con frecuencia. Deberían cuidarlos más», señala.

El descontento es palpable entre los usuarios del «kilometrín». Una pista concebida para correr que, con el tiempo -y de seguir con su deterioro-, se podría transformar en otra para saltar obstáculos.