M. CASTRO

El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, ha puesto en cuestión «la propia viabilidad» del puerto de El Musel debido a la losa financiera que arrastra para pagar su obra de ampliación. Llorca hizo esta consideración durante su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados, el pasado lunes, en la que también calificó de «imposible» acometer los accesos a El Musel al no disponer el puerto gijonés de recursos para costear la parte que le correspondería en esas obras. Llorca respondió así a las críticas que hizo el diputado socialista asturiano Antonio Trevín a las previsiones presupuestarias para los puertos españoles en 2013.

«Los puertos globalmente presentan cifras positivas, pero tenemos algunos puertos en una mala situación financiera, y en algunos muy mala. Gijón, por ejemplo. Gijón tiene una mala situación financiera que me permitiría venir a esta Cámara a flagelarme, porque la solución para Gijón es muy complicada, porque proviene de la mala gestión de una obra que ustedes gestionaron en Gijón, con una deuda enorme», señaló Llorca a Trevín. El presidente de Puertos del Estado recordó que en 2011 El Musel generó 1,5 millones de euros de recursos, mientras «tiene una deuda de 465 millones, desde mi punto de vista, por una mala gestión de la obra. Por tanto, el problema que tenemos en Gijón es tremendamente grave y lo debemos asumir entre todos. Es un problema que nos permite poner en cuestión incluso la propia viabilidad del puerto», añadió.

Llorca pintó un panorama sombrío para el futuro de la gran dársena asturiana y no sólo por su abultada deuda actual, sino «por la espada de Damocles» de las investigaciones que están efectuando la oficina antifraude de la UE (la OLAF) y la Comisión Europea sobre la gestión de la obra, que se puede traducir en un recorte de las subvenciones que en su día Bruselas concedió para ejecutarla y por el pleito que prevé interponer la unión de empresas que ejecutó los trabajos, Dique Torres, para reclamar el pago de más de 300 millones. «Es decir, nos podemos encontrar con un escenario de más de 1.000 millones de euros en Gijón, que cómo vamos a pagar».

El pufo que generó la obra de ampliación a la Autoridad Portuaria de Gijón es también, según Llorca, la causa que hace que sea «imposible» acometer los accesos por carretera al puerto gijonés. En un escenario de «sobrecapacidad» del sistema portuario español, con una utilización conjunta de los puertos españoles del 40%, Fomento está dando prioridad a la conexión de los puertos del Mediterráneo por ferrocarril con Europa, con inversiones ferroviarias en Barcelona y Cartagena, para captar las mercancías provenientes de Asia, que ahora se descargan en puertos del norte de Europa. Llorca contrapuso la gestión del puerto de Barcelona, que aportará 50 millones de euros a su conexión ferroviaria (la mitad del coste de la obra), frente a la de la Autoridad Portuaria de Gijón, que carece de recursos para financiar el 50% del acceso viario por Jove, tal como preveía el convenio firmado en su día con Fomento, que «hemos tenido que dejar en suspenso porque la Autoridad Portuaria no puede afrontar en este momento sus compromisos», agregó. Así justificó la eliminación de los 30 millones que preveía invertir hasta 2015 Puertos del Estado para ejecutar ese acceso. Respecto a la política dispar sobre las conexiones terrestres de los puertos, Llorca resumió: «Hay puertos que se lo pueden permitir porque tienen unas arcas saneadas dentro del modelo de autosuficiencia, pero otros puertos, no. Uno de ellos es Gijón».

José Llorca respondía así a las palabras de Antonio Trevín, quien cuestionó el compromiso del Gobierno de Rajoy con la conexión de los puertos españoles a los sistemas ferroviarios y de carreteras, y en lo que a El Musel se refiere apuntó que «no es lógico desde el punto de vista de la planificación de infraestructuras que a hacer realmente unos accesos en condiciones a El Musel dediquen 422.000 euros para 2013, nada en 2014, nada en 2015 y nada en 2016; al menos en cuatro años no va a tener El Musel unos accesos adecuados, terminados, con la conexión con la red de autopistas de España».