M. C.

Gerardo Rodríguez está convencido de que los neonazis, que iban vestidos con la indumentaria habitual de este grupo, acudieron al campo con ánimo de agredir. «No es el primer episodio relacionado con el fútbol ni con la violencia ni será el último», lamentó.

Según otras fuentes del club, los neonazis acudieron ayer a Ceares a represaliar a los aficionados del club que en partidos fuera de casa habían mostrado pancartas en las que tachaban símbolos nazis, como esvásticas.

La agresión a un directivo a las puertas del campo del Ceares es el incidente más grave que ha sufrido un club, cuya afición nunca ha dado problemas. Pero no es el único.

En diciembre de 2011 los ladrones asaltaron por dos veces las instalaciones del club, robando camisetas, bufandas, bebidas y comida de la cantina, dinero en efectivo y las pelotas de un futbolín.

Sólo el valor de las camisetas superaba los 800 euros, un quebranto importante para un equipo modesto, que además tuvo que hacer frente a los destrozos que causaron los ladrones en las instalaciones.

Se trata de acontecimientos que no están relacionados con los actos violentos de ayer. De hecho, la agentes de la Comisaría de Policía de El Coto arrestaron en enero del año actual a dos gijoneses, un indigente de 54 años y un menor, de 17, acusados de ser los autores de los robos en las instalaciones del club deportivo.

Aquellos no fueron los primeros robos que había sufrido el club gijonés, que también fue asaltado por ladrones en el año 2010.