C. JIMÉNEZ

Alumnos que forman a alumnos. Un grupo de estudiantes de la Politécnica aficionados a la robótica acaba de poner en marcha un ciclo de talleres para los interesados en esta disciplina que permitirá a los participantes construir, por ejemplo, un control domótico para la vivienda a partir de un microprocesador semejante al que incorporan los teléfonos móviles. Dicen los promotores de esta iniciativa que resulta muy sencillo conocer «cómo se trabaja» por detrás de estos controles electrónicos. Tanto es así que los sistemas remotos que permiten accionar la calefacción de una vivienda vía móvil y que en el mercado pueden llegar a costar entre 130 y 140 euros se podrían fabricar en el marco de estos talleres por menos de 40 euros. «Por qué no vivir de ello», plantea Rodrigo Fernández, uno de los promotores.

La puesta en marcha de todas estas actividades corre a cargo de la rama de estudiantes del IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) en la Universidad de Oviedo. IEEE es una organización profesional e internacional sin ánimo de lucro, originalmente orientada a la electricidad y electrónica pero que actualmente trabaja con multitud de ramas de la ingeniería. Es la mayor organización técnica profesional del mundo, con más de 370.000 miembros en unos 150 países, de los cuales más de 80.000 son estudiantes. En la Universidad de Oviedo organizan charlas, talleres y un campeonato de robótica.

Sus actividades se dirigen a todas aquellas personas interesadas en tecnología e ingeniería, y no es necesario tener conocimientos previos de robótica. «Cacharrear con la electrónica significa conocer un poco este tipo de placas para manejarse en la domótica y en el control de robots», explican los organizadores. El sistema que para accionar diferentes procesos automáticos en el hogar, denominado Raspberry, permite automatizar todo tipo de tareas. «Con lo que se aprenda de estos talleres se pueden construir ya robots profesionales», apunta Fernández.

El primero de los talleres se celebrará el próximo 9 de noviembre. Arrancará con una charla divulgativa y quienes deseen continuar después deberán adquirir la placa base sobre la que trabajarán. En seis sesiones los estudiantes aprenderán a construir robots simples que puedan competir en los tradicionales campeonatos de rastreadores y velocistas. Además de manejarse en el funcionamiento de microrrobots y construir sus propios módulos electrónicos, también podrán participar en competiciones nacionales.