M. C.

El carguero «Amiko», que transporta palas de aerogeneradores embarcadas en el puerto gallego de Ferrol hasta el puerto polaco de Swinoujscie, se vio obligado ayer a realizar un atraque de emergencia en el puerto de El Musel, después de romperse en alta mar la trinca que amarraba la carga que transporta sobre la cubierta. Con la carga suelta, ante el peligro de que se moviera y desestabilizara el buque, optó por refugiarse en Gijón.

El «Amiko», con bandera de Malta y que desplaza 4.695 toneladas, tiene 100 metros de eslora por 16 de manga y un calado en vacío de 4,8 metros. Ayer entró a El Musel calando 5,9 metros. El carguero había embarcado los aerogeneradores en el puerto ferrolano, que abandonó en la mañana del pasado domingo.

El mal estado de la mar que se encontró hizo que se rompiera una de las trincas. El problema lo tuvo más cerca del puerto gallego que del gijonés, pero debido a que había fuerte mar del Oeste, no podía dar la vuelta hacia Ferrol, dado que se toparía de proa con el temporal.

El buque fondeó en la noche del pasado domingo frente a El Musel, a la espera de poder atracar, pero tuvo que abandonar el fondeadero y salir de nuevo a alta mar, debido a que la mar de fondo hacía peligroso que permaneciera en el mismo. Por fin, entró al mediodía de ayer en El Musel, para atracar en el muelle Ingeniero Olano. Desde entonces, personal de talleres auxiliares de tierra están efectuando las labores de reparación y trincaje de la carga. Es probable que el buque pueda zarpar hoy desde el puerto gijonés.