R. G.

Dos jóvenes, vecinos de Gijón, acaban de ser condenados al pago de sendas multas de 480 euros como responsables de una falta contra el orden público. La juez de instrucción, encargada del procedimiento, considera probado que los dos acusados insultaron y agredieron a dos policías locales, a los que reprochaban que no se hubieran tirado al agua para salvar a una joven que se estaba ahogando en el Puerto Deportivo.

Los hechos ahora enjuiciados tuvieron lugar alrededor de las siete y media de la mañana del día 8 de octubre de 2011. Los funcionarios municipales fueron requeridos entonces en la calle Rodríguez San Pedro, en donde se denunciaba la presencia de una mujer en aguas del Puerto Deportivo. La magistrada encargada de la sentencia mantiene que «al llegar al referido lugar, los agentes pudieron comprobar que la joven estaba semiinconsciente», por lo que abandonaron la zona para buscar una cuerda, «momento en el que otro joven se arrojó al agua, quedando de pie y sujetando a la joven hasta que llegaron más tarde los Bomberos a los que habían avisado los policías». Durante todo el operativo de rescate varias personas se acercaron hasta la zona. Entre los curiosos se encontraba uno de los ahora condenados. El joven -cuya identidad responde a las iniciales A. G. H.-, se acercó a los agentes y les insultó. «Sois unos inútiles, teníais que estar vosotros allí abajo», manifestó el acusado, tal y como se recoge en la sentencia. El ahora condenado se puso agresivo con los agentes, llegando a empujar a uno de ellos. El segundo condenado -C. M. P.-, alegó ser lanchero de salvamento «pretendiendo lanzarse al agua y siendo requerido por los agentes para que depusiera su actitud». El acusado se negó a obedecer y acometió a los funcionarios «con gran violencia», en palabras de la juez.

La magistrada califica de «lógico» que no se permitiera el paso de este segundo joven a la zona de seguridad «teniendo en cuenta que se trataba de un lugar de ocio nocturno, que había muchas personas en estado ebrio y que los servicios de emergencias estaban ya en camino y la situación de la chica en el agua estaba controlada de manera que su vida no corría peligro». La agresividad de C. M. P. hizo incluso que los funcionarios que se encontraban en la zona del Puerto Deportivo «tuvieran que requerir la intervención de todos los efectivos para reducir al joven».

La juez de instrucción mantiene por último que los policías locales utilizaron en todo momento la «fuerza necesaria» para reducir a este segundo joven condenado por desórdenes públicos.