C. JIMÉNEZ

La formación, el soporte excepcional del profesorado y la calidad humana y técnica de los estudiantes son, a juicio de los responsables del centro tecnológico del País Vasco Ikerlan, las razones que les han llevado a recalar, desde hace tres años, en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón en busca de titulados para respaldar sus proyectos de investigación y las acciones de trasferencia de tecnología a la industria. Son, a la vez, plataforma formativa, pero también el puente de muchos hacia la empresa al ofrecer estancias de investigación en los centros más prestigiosos de ámbito internacional.

Ikerlan, que es una referencia en el desarrollo de productos mecatrónicos y energéticos, viene encontrando desde hace dos o tres años serios problemas para disponer de expertos en electrónica en el País Vasco. Y en la Universidad de Oviedo hallaron a los aspirantes perfectos para cubrir ese déficit cuando les llegaron las primeras candidaturas espontáneas de los ingenieros. «Sus actitudes y ganas de trabajar están por encima de la media», subraya Ion Etxeberria, responsable del área de Automática y Electrónica de Potencia en el centro tecnológico, con sede en Mondragón.

Ayer presentaron en el campus gijonés su oferta para los estudiantes de la Universidad de Oviedo. «Desde el inicio tenemos incorporados ingenieros de Telecomunicación aunque no están trabajando en ámbitos estrictamente de Telecomunicación», apunta Etxeberria. En la oferta de este año incluyen dos proyectos fin de carrera en este área. No obstante, su propuesta está abierta también a la realización de tesis doctorales, prácticas, estancias postdoctorales, proyectos fin de grado o fin de máster y contrataciones, aunque reconocen que esta última opción es la más complicada por el elevado nivel que se exige. Un investigador contratado sin experiencia en Ikerlan recibe una salario medio de 32.000 euros al año. Durante las tesis doctorales el sueldo medio ronda los 1.200 euros mensuales; para estudiantes de posgrado, 800; y en el caso de proyectos fin de carrera, 500 mientras que los ingresos de postdoctorado son de 2.000 euros.

«Se ha creado una relación de confianza y colaboración con la Universidad de Oviedo», sostiene Etxeberria, para quien los resultados son «excelentes», tanto en la actitud, como en los expedientes y capacidades de los titulados. El director de Organización en Ikerlan, Juan Manuel Pagalday, encuentra, además, una importante riqueza en cuanto al talento y al conocimiento generado.