R. GARCÍA

Decenas de trabajadores afectados por el cierre de la factoría de Suzuki en Gijón realizaron ayer una marcha de protesta por varias calles de la ciudad que acabó a las puertas de la vivienda del director general de la compañía. Los representantes del comité de empresa de la planta agradecieron el apoyo de los manifestantes y de sus familiares. Los sindicalistas se reunirán mañana con la dirección de la multinacional japonesa en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos con el objetivo de escuchar la nueva propuesta para el despido de los empleados que tienen preparada los responsables de la empresa y que se espera mejore a la actual de 33 días de indemnización por año trabajado más 6.000 euros por empleado.

La marcha realizada en la jornada de ayer comenzó a las nueve de la mañana en las instalaciones de Suzuki en Gijón. Posteriormente los trabajadores cruzaron el polígono de Roces bajando por la carretera Carbonera hacia la avenida de El Llano para proseguir por Pablo Iglesias hasta la zona de la plaza de toros de El Bibio y Viesques. El comité de empresa asegura que la marcha «se llevó a cabo sin ningún altercado ni contratiempo». En este sentido los trabajadores agradecieron su labor a todos los miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad que trabajaron para que la marcha transcurriera con absoluta normalidad.