J. L. ARGÜELLES

Es una iniciativa largamente madurada y acariciada, así que ni siquiera la demoledora recesión económica ha logrado echarlos para atrás. La empresaria gijonesa Ángela Velasco y su socio en este proyecto, el profesor barcelonés Javier Sánchez Bolado, inauguran el próximo día 14, en la calle de San Bernardo, en un local paredaño al que ocupó la recordada tienda de música «Discoteca», un espacio dedicado al arte. Y lo plantean, además, como un centro de dinamización cultural y de innovación artística. Ya tiene nombre: AVAart.

«Había dos opciones: abrir aquí o en Barcelona; al final la tierra ha tirado», explica Ángela Velasco, amante del arte, coleccionista, que ha hecho de esas aficiones una aventura profesional en colaboración con Sánchez Bolado. «Es un proyecto que aúna la iniciativa privada con un concepto de lo público: el servicio a la comunidad», asegura este último, persona que proviene de la docencia universitaria. «¿Y qué tipo de servicio queremos prestar? Pues un laboratorio de ideas que genere conocimiento significativo y compartido», glosa.

Esta sala ocupa 220 metros cuadrados, dividida en dos plantas. El responsable de las instalaciones es Txema Aguiriano, a quien Ángela Velasco y Sánchez Bolado seleccionaron tras una concurrida convocatoria. Ambos quieren tranquilizar al cada vez más nutrido grupo del galerismo profesional gijonés: «No venimos a competir, sino a compartir».

Espacio AVAart se define como una institución de carácter privado, «dedicada al fomento del arte y la creación». Sus dos impulsores consideran que la innovación y la experimentación tecnológica «deben formar parte integral del mundo del arte». En este sentido, se mostraron abiertos a distintas colaboraciones, entre las que incluyen Laboral Centro de Arte.

Uno de los servicios que ofrecen es la posibilidad de alquilar obras de arte, una opción con cierta aceptación en algunos países anglosajones. Y el objetivo es atender la creación artística no sólo española, sino también las nuevas manifestaciones plásticas y culturales europeas. La sala, concebida como un espacio multifuncional, abrirá sus puertas con obras de seis artistas: los alemanes Annette Besgen y Segej Dott; el austriaco Leo Könisgsberg; el argentino Alejandro Hermann; el vasco Mikel Arce Sagarduy y el asturiano Jesús Álvarez Arango. Pero la idea de los responsables de AVAart es combinar las exposiciones e instalaciones con otro tipo de citas artísticas y culturales. Uno de sus deseos es la formación de comunidades artísticas que, mediante el uso de las nuevas tecnologías, «puedan intercambiar experiencias, potenciar su creatividad y colaborar en proyectos comunes».

«El apartado de innovación y tecnologías es muy importante para nosotros; queremos traer a Gijón proyectos y exposiciones que quizás no podrían venir de otro modo», explican los dos socios. Ambos se han rodeado de una red de colaboradores, en Barcelona y en Berlín, con cuya opinión cuentan. Consideran que AVAart tiene garantizada su independencia por la financiación privada que respalda la iniciativa, aunque el interés del proyecto no es exclusivamente comercial: «No queremos la típica galería, sino que algunas exposiciones puedan financiar otros proyectos».