R. G.

José Ramón González, el empresario gijonés que hace una semana inició una huelga de hambre en Madrid a las puertas de la sede de Feve, reclamando los 75.000 euros que le debe la empresa ferroviaria, recrudecerá hoy su protesta negándose a tomar cualquier tipo de líquido «excepto agua». González asegura que se encuentra «más fuerte que nunca» después de la visita de su mujer y su hijo de once años, que este fin de semana se desplazaron hasta Madrid para estar con él.

González se siente en una «carrera» en la que «hay que ir apretando según ves la meta, ya sea porque la veas cerca o lejana». El empresario asegura estar en permanente contacto con el presidente de la empresa ferroviaria Feve, pero es consciente de que el tiempo se le acaba, ya que el día 31 de diciembre la compañía será absorbida por Renfe y el ADIF. El gijonés, que ha perdido ya tres kilos y medio de peso, está siendo vigilado por sanitarios de emergencias para evitar cualquier daño.