C. JIMÉNEZ

La Universidad de Oviedo envió hasta en dos ocasiones sendas peticiones de prórroga para el proyecto de la plataforma eólica marina, que fueron rechazadas por el Ministerio de Economía como entidad responsable de la gestión de las ayudas «Innplanta». Ayudas a las que la institución académica optó en 2011 y por las que recibió 11,5 millones de euros del ya extinto Ministerio de Ciencia e Innovación. «Es imposible ejecutar el proyecto», sostienen fuentes vinculadas a la operación. Según la Universidad se habría decidido optar a un «proyecto menos ambicioso» que el presentado inicialmente ante las dificultades económicas que atraviesan en este momento. «No deja de ser una negligencia, ya no existe esa financiación. Hemos perdido la oportunidad», sostienen desde el sector empresarial. Si bien la institución académica ha devuelto una primera partida de 1,5 millones de euros, el resto de cantidades asignadas por el Ministerio, «seguirían acumulando intereses».

Asimismo, desde el Ayuntamiento de Gijón, el edil de Desarrollo Económico y Empleo, Fernando Couto, lamentó ayer que se hubiera tomado esta decisión. «Los proyectos pueden ir más rápido o más despacio pero la noticia negativa es que se paralice, igual que la regasificadora de El Musel», apuntó el edil forista, quien subrayó que «es un fracaso para Asturias» que la iniciativa «se pare».

Los profesores Horacio Montes y Fernando Las Heras que participaban en el «cluster» de Energía que gestionaba el proyecto de la estación marina desde sus respectivos grupos de investigación entienden que no es positivo que este tipo de planes no salgan adelante «pero no cabe duda que éste implicaba un alto riesgo». «Con el clima de restricciones que rige ahora mismo en la Universidad a lo mejor no se podía asumir», sostiene el catedrático de Fernando Las Heras.

Horacio Montes, director del Martitime Field Investigation Group, juzga la decisión del Rectorado como «una pena». Su grupo de investigación, en colaboración con el centro de seguridad marítima integral «Jovellanos», de Veranes, tenía previsto la realización de actividades formativas y diferentes protocolos de seguridad para el personal responsable del mantenimiento de la estación marina. «Nosotros volveríamos si se pudiera recuperar el proyecto», advierte. Una de las boyas oceanográficas que la Universidad había fondeado para estudiar las condiciones del Cantábrico ha sido retirada de su emplazamiento y se encuentra estos días en la Escuela de Marina Civil de Gijón por avería.