La Sociedad Filarmónica de Gijón abrió este 2013 con un concierto de «Forma Antiqva» en el que sus tres componentes interpretaron piezas de su álbum «Concierto Zapico». Un repaso a varias de las obras del barroco ibérico e italiano que han sido reelaboradas por estos músicos para adaptarlas a su formación de trío.

El repertorio estuvo compuesto por un buen número de danzas interpretadas al clave (Aarón Zapico), la tiorba (Daniel Zapico) y la guitarra barroca (Pablo Zapico). Una buena selección que ofrece una amplia panorámica de la evolución del lenguaje musical en el barroco desde principios del siglo XVII hasta mediados del XVIII y que ahonda en el intenso contacto entre músicos españoles e italianos en una época en la que el Virreinato de Nápoles estaba bajo dominio español.

Así, a lo largo de algo más de una hora, sonaron fandangos de compositores españoles como José de Nebra y Santiago de Murcia, en los que la guitarra tuvo un papel protagonista conduciendo el ritmo característico de esta danza con los rasgueos. El cuidado del ritmo en la interpretación de cada pieza fue una constante durante todo el concierto; a través de arpegios, ostinatos, intercambios temáticos entre los diferentes instrumentos y variaciones de una misma idea melódica, el fluir marcado y característico de la música barroca, conocido como «perpetum mobile», fue desarrollándose de forma natural y atrapando al público asistente. Los hermanos Zapico supieron crear una atmósfera sosegada en el teatro, en la que poder apreciar los matices de cada pieza a través de una brillante interpretación dinámica y de un trabajado y compensado empaste en el que ningún instrumento quedó soterrado por el resto. Esto quedó patente en obras como las «Folías gallegas» de Santiago de Murcia, con un magnífico arranque en pianísimo, y en el «Fandango» de Domenico Scarlatti, obra que podríamos situar ya en el preclasicismo, con interesantes diálogos entre la guitarra y el clave.

Todo esto demuestra el buen trabajo que está desarrollando «Forma Antiqva» en la interpretación de la música barroca, una repertorio que hasta hace unos años era marginal en las programaciones de los teatros españoles y que gracias a músicos como los Zapico está adquiriendo un mayor protagonismo, tanto en los directos como en las ediciones discográficas. En este sentido, destaca el compromiso de este grupo en la recuperación y difusión del repertorio barroco español y asturiano que está siendo rescatado e investigado desde la musicología actual. Sólo nos queda aplaudir la apuesta de la Sociedad Filarmónica de Gijón por incluir este concierto en su programación.