C. JIMÉNEZ

El futuro de la industria aeroespacial se decide en el centro tecnológico Prodintec de Gijón, que participa en un ambicioso proyecto para ayudar al ensamblaje de componentes aeroespaciales, denominado «Valeri» (Validación de robótica avanzada colaborativa para aplicaciones industriales).

El proyecto está financiado por la Comisión Europea a través del programa FP7 «Fábricas de futuro», que pretende aumentar la competitividad de las empresas europeas mediante el desarrollo de conocimientos tecnológicos, al tiempo que favorece mantener empleos industriales en Europa. La iniciativa está coordinada por el Instituto Fraunhofer de Operaciones y Automatización en Fábricas (Alemania), y cuenta, además, con la participación de Airbus Military (España), FACC (Austria), IDP Sistemas y Aplicaciones (España) y KUKA Laboratorios (Alemania) como socios industriales y de Profactor (Alemania) y Prodintec como socios especialistas en el desarrollo del sistema de visión del robot.

Los sistemas de producción en los que está pensado utilizar el robot se dedican a la fabricación de grandes piezas aeroespaciales, y consisten en estaciones de producción en las cuales trabajan diferentes turnos de trabajadores durante varios días, hasta que completan todas las tareas de montaje e inspección. Para estos entornos de producción, los sistemas robóticos estacionarios especializados no resultan económicos. Por ello, el empleo de manipuladores móviles que puedan llevar a cabo tareas similares en múltiples estaciones se presenta como una alternativa económica de elevado interés, pues el sistema a desarrollar en el que participa Prodintec supone una reducción de los tiempos de programación, situación que conduce a aumentos en la velocidad y la flexibilidad de trabajo.

Durante los próximos tres años, el consorcio de empresas y centros tecnológicos reunido en este proyecto trabajará en el desarrollo de un robot que finalmente se integrará en la producción de componentes aeroespaciales, con capacidad para trabajar junto a los operarios sin barreras físicas de separación y sin riesgos asociados.

El nuevo equipo realizará tareas rutinarias, liberando así a los trabajadores, que podrán centrarse en la realización de tareas de mayor valor añadido. Dos de las funciones estratégicas del robot son las inspecciones en grandes superficies -por ejemplo, los elementos de cubierta- y en la aplicación de material sellante a lo largo de un surco. Actualmente, ambas tareas se llevan a cabo, con pequeñas variaciones, en prácticamente todas las estaciones de montaje, motivo por el cual se espera que el sistema final sea altamente productivo.

Los socios del proyecto están desarrollando un sistema que es, al mismo tiempo, una ayuda de adaptación y flexibilidad en la producción tanto de piezas grandes de aeronaves, como de pequeñas partes de lotes, situación que la hace interesante no sólo para la producción aeroespacial, sino también para otros sectores industriales. El presupuesto total es de 5,6 millones de euros, 3,7 procedentes de la Unión Europea.