Luján PALACIOS

Los fogones de Cáritas en el centro sociosanitario de El Natahoyo marchan a todo gas. El proyecto «Trébede», el nombre que recibe la cocina de la entidad en Gijón, iniciará a finales de este mes un curso de formación destinado a quince personas beneficiarias de Cáritas en la ciudad, seleccionadas por el equipo de empleabilidad de la delegación arciprestal de Gijón.

Se trata de la primera fase de un proyecto que nació enfocado a personas en riesgo de exclusión social o que ya estén en esta situación y tengan muy bajo nivel de empleabilidad. De esta manera, adquirirán conocimientos que los ayudarán en su día a día y, a la vez, tendrán la cualificación necesaria para en un futuro poder salir al mercado laboral con garantías de éxito, como relatan sus responsables. La intención es hacer el curso de manera rotatoria, de manera que al cabo del año pasen por la cocina alrededor de medio centenar de personas, en un plan que se retroalimenta: se forma y se presta un servicio de primera necesidad.

En la actualidad, la cocina tiene contratadas a tres personas y cuenta con cinco voluntarios y dos personas en formación, lo que suma un total de 10 personas en las instalaciones gijonesas. El proyecto tiene además un buen rendimiento: al día se sirven 495 comidas (entre los desayunos, comidas y cenas), y también se atiende al proyecto Calor y Café-Emaús y los centros de día de Oviedo. Unas cifras que no dejan de aumentar y que alcanzan picos reseñables: las pasadas Navidades se sirvieron más de 600 comidas.

Con todo ello, la cocina, dentro del programa de empleo e inserción social de Cáritas Asturias, presta servicios diarios a todos los programas que incluyen alimentación a escala regional. Su objetivo es centralizar los servicios de cocina de todos los proyectos de Cáritas, junto con la finalidad de llegar a ser un lugar de formación en empleo doméstico de referencia para personas sin empleo que quieren aprender un oficio.

El proyecto tiene además varios frentes abiertos en proceso de definición. Uno de ellos es la educación para la vida cotidiana relacionada con la alimentación. Así, se pretende que los usuarios obtengan nociones básicas de nutrición y de aprovechamiento de los alimentos, de tal forma que sean capaces de componerse un menú sano y no por ello de coste elevado.

Además, también se plantean acciones de interculturalidad, por las que personas de diferentes nacionalidades podrían dar a conocer sus países a través de la cocina y la gastronomía. Y también se estudia la manera de autoabastecer la cocina, con actividades como la que ya se está desarrollando en Avilés, donde Cáritas está creando unos huertos ecológicos que podrían surtir de materia prima a los fogones de El Natahoyo.

Asimismo, los responsables de Cáritas siguen adelante con el proyecto de ofrecer un servicio de «catering», un plan que aún se encuentra en fase de consolidación. Cuando se ponga en marcha, supondrá el desarrollo de una empresa novedosa, con comidas de calidad que se exportarán a todo tipo de eventos, con el valor añadido de haber sido elaboradas por quienes más lo necesitan.