Luján PALACIOS

Es un fenómeno poco frecuente, pero en las últimas semanas las condiciones climatológicas y los fondos marinos se han aliado para ofrecer a paseantes y surfistas un bonito espectáculo: la denominada «contraola», un muro de agua que se forma cuando la marea está muy alta, las olas chocan contra el paseo del Muro y el agua rebota y retrocede lanzando hacia arriba a los deportistas que se atreven a desafiarla.

Tal y como explican los surfistas, se trata de unas condiciones que no siempre se dan, pero que este invierno se han hecho muy presentes porque «las mareas están siendo vivas, cuando son altas son muy altas, algo que viene propiciado por una gran acumulación de arena en la playa», explica Hugo Suárez, de la Escuela Asturiana de Surf.

Todo ello, junto con el oleaje favorecido por los temporales con viento fuerte ha propiciado escenas para algunos preciadas en las playas de la ciudad. La «contraola» ha roto contra el muro de San Lorenzo en varias jornadas, y los surfistas han aprovechado para lanzarse al agua. Sobre todo, «con tablas de bodyboard, que permiten que el efecto de la contraola te lance hacia arriba varios metros cuando retrocede tras chocar contra el Muro», apunta Suárez.

A lo largo de las últimas semanas ha sido frecuente ver a muchos aficionados aprovechando el fenómeno, muy llamativo también para quienes simplemente se decantan por pasear por el borde del mar. Porque «al estar muy alta, el agua sale despedida y salta fuera de la playa». De hecho, varios tramos de el Muro fueron cerrados coincidiendo con los días de más temporal para evitar accidentes.

El invierno ha dejado además a los aficionados condiciones inusuales en otros puntos. Tal y como relata Hugo Suárez, «este año las olas rompen muy atrás; hemos podido surfear en la zona del Sanatorio Marítimo viendo a la vez la playa del Arbeyal, algo que nunca o casi nunca nos había pasado». El motivo para estos fenómenos se encuentra en «los fondos, que este año de mucha arena están muy bien para la práctica de este deporte».

Si el temporal ha beneficiado a los surfistas, lo cierto es que también ha dejado en Gijón cifras históricas en cuanto a las precipitaciones registradas en lo que va de mes y de año. Porque, aunque la primavera hizo ayer una tímida aparición en la ciudad en forma de sol y temperaturas en torno a los 15 grados, los registros revelan cómo sólo en los 13 primeros días del mes ha llovido más que en cualquiera de los febreros enteros de los últimos 16 años. La estación meteorológica ubicada en la parroquia gijonesa de Somió recogió hasta el pasado jueves, el primer día sin lluvia en lo que va de febrero, un total de 120,6 milímetros de precipitación. Hay que remontarse hasta los registros del año 1996, cuando se recogieron 161,4 milímetros de lluvia en Gijón, y eso contando el mes entero, hasta el día 28.

El temporal ha azotado con fuerza a la ciudad: si en enero sólo se registraron dos días sin precipitaciones, febrero arrancó con más de lo mismo. Hasta el día 14 llovió todos los días, batiendo todos los récords recientes en lo que a cantidad de agua caída se refiere.

Y si se compara con el mes de febrero de 1996, la primera quincena de aquel mes fue más seca que en el caso actual. Sólo se recogieron en los primeros 14 días 94,6 milímetros, frente a los 120,6 acumulados este año en lo que va de febrero. El mes de enero resultó igualmente histórico, con 227,9 milímetros de lluvia, el registro más alto desde que existen mediciones en Somió.

La tregua de estos días, animada por el sol, será no obstante poco duradera. La Agencia Estatal de Meteorología anuncia para hoy, domingo, por la tarde nuevas precipitaciones, que se irán intensificando de Oeste a Este y que podrían prolongarse a lo largo de los próximos días. Nuevas lluvias para un mes que amenaza con seguir batiendo marcas.